Los glaciares montañosos que se derriten bajo el efecto del calentamiento del planeta tienen menos agua de lo que se pensaba, según estudios publicados en <Nature Geoscience<, donde se señalan riesgos en regiones como la Cordillera de los Andes.
“Los glaciares están en constante movimiento y se derrumban bajo su propio peso, hasta el momento no conocíamos exactamente la velocidad con la que se mueven”, explicó Romain Millan, investigador principal del estudio del Instituto de Geociencias del Medio Ambiente en Grenoble, sureste de Francia.
Mathieu Morlighem, otro de los autores, de Darmouth College, Estados Unidos, detalló que el descubrimiento de que hay menor cantidad de hielo es “importante” y “tendrá consecuencias” para millones de personas en todo el mundo.
Glaciares menos espesos que lo que se pensaba
Utilizando miles de imágenes satelitales de glaciares y de su modificación, los investigadores consiguieron crear un atlas en el que se deduce el espesor del 98% de los más de 200 mil glaciares montañosos del planeta, excluyendo los glaciares extensos ubicados al borde de los casquetes polares, informó la agencia AFP.
Los resultados de los estudios determinaron que los glaciares son “menos espesos” de lo que se pensaba.
Millan advirtió que si todos los glaciares de montaña se fundieran, «su aporte a la elevación del nivel del mar sería un 20% menos importante de lo que se pensaba hasta ahora”.
Los autores calcularon que esa contribución podría ser del orden de 26 centímetros, lo cual no es una “buena noticia” ya que los glaciares del círculo Ártico contienen “suficiente agua para elevar el nivel de los océanos unos 13 centímetros”.
Un impacto potencialmente devastador
Por su parte, el impacto sería “potencialmente devastador” para aquellas poblaciones que dependen de los glaciares para su consumo de agua o para la agricultura.
“Las reservas en los Andes contienen un 72% menos de agua de lo que se pensaba”, advirtieron.
Asimismo, los autores explicaron que el impacto en la cuenca de La Paz, Bolivia, será muy importante a medida que se funda el hielo.
Los científicos que asesoran a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en materia de cambio climático advirtieron que los glaciares de baja altitud, como los de los Alpes, podrían perder el 80% de su volumen de aquí a 2100.
“Estos nuevos datos obligan a revisar esa proyección”, concluyó Millan.
Las dos fuentes del agua líquida de los glaciares
El agua líquida de los glaciares puede provenir de dos fuentes: de la fusión de nieve o hielo o directamente de lluvia. El sistema hidrológico interno de un glaciar es complejo variando de lugares de percolación (paso lento de fluidos a través de materiales porosos) a sistemas de túneles, grietas y cuevas. Un glaciar es una gruesa masa de hielo que se origina en la superficie terrestre por acumulación, compactación y recristalización de la nieve, mostrando evidencias de flujo en el pasado o en la actualidad.
Su existencia es posible cuando la precipitación anual de nieve supera la evaporada en verano, por lo cual la mayoría se encuentra en zonas cercanas a los polos, aunque existen también en montañas. Y por supuesto forma parte del ciclo del agua.
Las corrientes oceánicas mueven las grandes masas de agua alrededor del planeta
En las épocas del año cuando las temperaturas son más bajas, se produce la formación de grandes masas de hielo y glaciares. Cuanta más agua pase a estado sólido menor será la disponibilidad de este recurso para las siguientes fases del ciclo del agua.
En el caso de los períodos de clima más cálido, las mejores temperaturas provocan el derretimiento de las masas de hielo. Esto produce el aumento del agua disponible en forma líquida. De esta manera, se puede ver que, a través del deshielo, los glaciares cumplen un papel fundamental en el ciclo del agua.
Las corrientes oceánicas son las responsables de mover las grandes masas de agua líquida alrededor del planeta. Estos movimientos tienen un papel fundamental en el ciclo del agua y en el clima. Una de estas corrientes es la llamada Corriente del Golfo, una corriente oceánica cálida del Océano Atlántico.
Esta corriente tiene la capacidad de mover una cantidad de agua 100 veces mayor que todos los ríos que discurren por la superficie terrestre. La Corriente del Golfo discurre a razón de 97 kilómetros diarios desde el Golfo de México hasta el Reino Unido. En el Golfo de México, esta corriente oceánica lleva el agua más cálida hacia el Atlántico Norte, lo cual tiene efectos climatológicos sobre algunas zonas como el oeste de Inglaterra.
Los glaciares y la importancia de los deshielos
Los casquetes polares, que reciben también el nombre de glaciares continentales o inlandsis, son los glaciares más importantes que existen actualmente sobre la Tierra. Ocupan en total 15 millones de kilómetros cuadrados, lo que significa que el 90 por ciento de su superficie está cubierta por el hielo. El casquete de la Antártida es el más extenso.
Un 10 por ciento de la Tierra está cubierta de glaciares y en tiempos geológicos recientes ese porcentaje llegó al 30 por ciento. En la actualidad, el 91 por ciento del volumen y el 84 por ciento del área total de glaciares está en la Antártida; el 8 por ciento del volumen y el 14 por ciento del área en Groenlandia, sumando el resto un 4 por ciento del área y menos del uno por ciento del volumen.
Los glaciares cumplen un papel muy importante en el ciclo o fases del agua debido al deshielo. El deshielo de nieves y hielos genera un movimiento de aguas que actúa como escorrentía superficial que llega a los cursos de agua de la Tierra.
El proceso del crecimiento y establecimiento del glaciar se llama glaciación y su papel en el ciclo del agua es muy importante. Los glaciares del mundo son variados y pueden clasificarse según su forma (de valle, de nicho, campo de hielo, etc.), régimen climático (tropical, temperado o polar) o condiciones térmicas (base fría, base caliente o politermal).