La petrolera argentina Roch, cuyo 67% pertenece a su fundador y presidente, Ricardo Omar Chacra, y el 37% al empresario transportista Alfredo Román y su familia, anunció que se encuentra en una situación cada vez más crítica tras incumplir nuevamente con pagos por un total de más de u$s1 millón.
En las últimas horas, gracias a los contactos de sus propietarios en la justicia, la compañía con presencia en el Sur del país y en Cuyo consiguió un paraguas judicial y logró postergar los pagos de su concurso preventivo. Una vez más, Román consigue aire. La empresa también obtuvo una cautelar para recibir fondos del fideicomiso para pagar sus deudas.
Alfredo Alberto Román vuelve a estar una vez más en el ojo de la tormenta, así como en 2020, cuando su empresa cayó en Default; y como hace apunas unos meses, cuando se conoció que Suiza lo investiga por presunto delito financiero.
Las primeras señales estuvieron en los últimos días de 2023, tras un acuerdo fallido que motivó una nueva calificación crediticia. A fines de diciembre pasado, la compañía había anunciado que no pagaría intereses millonarios de sus obligaciones negociables y créditos bancarios. Tras un período de gracia de 15 días para negociar con sus acreedores, no se llegó a ningún acuerdo.
En respuesta a esta situación, la calificadora de riesgo Fix bajó la calificación de Roch y sus Obligaciones Negociables (ON) desde C a D.
Detalles de los pagos incumplidos
*u$s433.000 en capital e intereses de las ON Clase 1.
*Deuda con una ON privada.
*Compromisos con diversos bancos, incluyendo el Banco Itaú, Banco de la Ciudad de Buenos Aires y Banco Provincia de Tierra del Fuego.
Un historial de dificultades, negocios en curso y futuro incierto
Roch atraviesa una crisis financiera desde hace varios años. En julio de 2022, la empresa había logrado un acuerdo con sus acreedores tras un proceso concursal. Sin embargo, la situación no ha mejorado y la deuda actual asciende a u$s20,4 millones, de los cuales u$s12,5 millones corresponden a sus ON.
Actualmente, la petrolera se encuentra nuevamente en negociaciones con sus acreedores para intentar alcanzar un nuevo acuerdo.
El futuro de Roch es incierto. La empresa se enfrenta a un panorama complejo con una deuda considerable y una calificación crediticia baja. Las negociaciones en curso serán cruciales para determinar el futuro de la compañía.
Alfredo Román, de rey de la logística a petrolero improvisado
Allá lejos, a fines de 2013, ya relegado en la pelea por el control de Telecom Argentina, que esta semana escribió un nuevo capítulo con la entrada de Fintech, de David Martínez, Alfredo Román, dueño de la empresa homónima, encontró un premio consuelo, aunque para nada menor.
El empresario, fundador en 1961 del mayor jugador de logística del país, adquirió un 32% de Roch, una petrolera que cierra el ranking de los diez principales productores de hidrocarburos, en el momento de la adquisición.
La operación marcó el desembarco de Román –que despacha una tercera parte de los containers que entran al país– en la industria hidrocarburífera y encierra un detalle particular. El debut del grupo local coincidó con la salida del Banco Mundial de la petrolera. Román compró el 14% de Roch que estaba en manos del IFC, brazo financiero del organismo internacional.
Y a su vez, inyectó capital para que Ricardo Chacra, presidente de la petrolera, cancelara un crédito millonario (de alrededor de US$ 20 millones) con el banco internacional.
Román es uno de los empresarios más ricos de la Argentina. De marcado perfil bajo, rara vez prestó su voz en los medios de comunicación. Se estima que la facturación anual del grupo –con fuerte presencia en el mercado portuario, logístico y de transporte– ronda los US$ 300 millones anuales.
Con la compra de un porcentaje de Roch, una empresa petrolera independiente con activos en Tierra del Fuego, Santa Cruz, Mendoza y Neuquén, cumplió un sueño de años: participar en el upstream –de exploración y producción– de hidrocarburos, un negocio poco elegido por los empresarios nacionales.
Investigado desde Suiza
Hace apenas unos meses, en agosto pasado, el Rey de la logística recurrió una decisión del Tribunal de Justicia en Suiza, que investiga sus cuentas por presuntos delitos económicos cometidos fuera de ese país.
A los 80 años, Alfredo Román y sus abogados buscan defenderse de la imputación mientras se conoció que tiene una cuenta con 800 millones de dólares. Es solo una muestra más de la prosperidad de sus negocios en transporte y movimiento.
La logística en las venas y el puerto como la frutilla del postre
Román es el propietario de un «imperio logístico», pero la frutilla del postre la consiguió cuando construyó un puerto privado en la Ciudad de Buenos Aires ubicado en la zona de Dock Sud con el que le hizo frente a la hegemonía que durante años tuvo Terminales Río de La Plata, el puerto norte. Así, poco a poco, se convirtió en uno de los empresarios más exitosos de los últimos 40 años.
El trabajo de Román siempre estuvo ligado a la logística. Su familia, oriunda de un pequeño pueblo español, llegó a la Argentina en los primeros años del 1900: su abuelo Juan Simón comenzó a manejar un taxi y se casó con Antonia González. En 1915 nació Alfredo Simón Román, padre del empresario nacido en 1943.