Los comedores de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) reabrieron este lunes 5 de febrero, por ahora y hasta marzo en horario reducido –de 8 a 15, sólo desayuno y almuerzo– pero con una sorpresa en el contexto de aumentos cotidianos de bienes, servicios, tasas e impuestos: el menú sigue a 25 pesos para los estudiantes. Al menos, hasta mediados de año. Y se trata de comida variada, de calidad, controlada por nutricionistas. La casa de estudios financia buena parte del valor de las comidas, que de no contar con esos subsidios y con los esfuerzos para reducir los costos operativos debería cobrarse aproximadamente el triple de lo que pagan los alumnos.
El secretario de Asuntos Estudiantiles de la UNR, Ignacio Mangiameli, explicó a El Ciudadano cómo pueden sostener el precio de un menú de calidad: “Estiramos al máximo los plazos de actualización, la última vez sostuvimos su precio durante 14 meses, y eso es gracias al esfuerzo que realizamos en 2017″. El menú, claro, cuesta la mitad que un paquete de cigarrillos de los más baratos porque la Universidad lo subsidia. La normativa autoriza a incrementar el precio del menú cada seis meses si la inflación en el período anterior supera el 5 por ciento. El funcionario destaca que desde la Secretaría buscan resistir lo más que pueden las actualizaciones, haciendo equilibrio en el presupuesto con el que cuentan, con el cual se financian además las becas y el Centro de Salud para los estudiantes. El valor de un almuerzo o cena permanece desde hace 14 meses a 25 pesos. Con postre y todo.
Dos mil por día
En la época de mayor concurrencia, entre los cuatro comedores universitarios se sirve un promedio de 2.000 raciones diarias. La cifra incluye las que consumen los estudiantes –son el 95 por ciento de los comensales–, las de docentes y no docentes, que tienen un precio de 50 pesos, y las que sirven a clientes no universitarios, cuyo costo ya se eleva a los 77 pesos. Más las que se entregan como «vianda» a los alumnos, sin recargo por el transporte.
El mantenimiento del costo de las comidas para los estudiantes es una singularidad en tiempos de retiro de subsidios y traslado directo al usuario/consumidor de todas las alzas en los costos de bienes y servicios.
Los cuatro comedores que sostiene la UNR son los de la llamada Siberia (Ciudad Universitaria de Beruti y Riobamba), el del área Salud, que atiende a las facultades de Ciencias Médicas, Odontología y Famacia y Bioquímica y funciona temporalmente en avenida Francia y Santa Fe, el de la localidad de Casilda para los estudiantes de la Facultad de Ciencias Veterinarias y el de Zavalla para los de Ciencias Agrarias. Las recetas son diseñadas por expertos en gastronomía y a partir de allí un grupo de nutricionistas del área de Salud evalúa su distribución a lo largo de la semana. El criterio es balancearlas para que, cada día, un almuerzo o cena aporte el 20 por ciento de las necesidades nutricionales promedio de un joven.
Además del menú diario, los comedores ofrecen una variante vegetariana y uno –especial– para celíacos, para el cual el estudiante que padece ese trastorno debe inscribirse aportando el correspondiente diagnóstico.
Costos operativos
En la dinámica de mantenimiento del beneficio para los estudiantes, Mangiameli recordó que incorporaron «un vehículo como parte de la flota que va a permitir bajar los costos en cuanto a la compra de insumos», y sumaron «dos cámaras frigoríficas en el comedor de Salud, lo que permite manejar un volumen de compra que hace una diferencia importante”.
A partir de marzo, los cuatro comedores comenzarán a funcionar en su horario habitual de 7.45 a 21.30, ya con las cuatro comidas diarias.