El gobierno de Cristina Fernández de Kirchner pretende que las automotrices que operan en el país comiencen a producir autos eléctricos para exportaciones en las plantas que tienen en la Argentina, como un aporte más a las estrategias para reducir el déficit comercial que afecta al sector.
La administración kirchnerista no sólo piensa en los beneficios a corto plazo, como la reducción del rojo comercial de las automotrices, sino también en el nicho de mercado que los autos ecológicos se están abriendo en el sudeste asiático, Europa y, en menor medida, en Estados Unidos.
Sin embargo, la intención de que se fabriquen unidades de última generación en el país es sólo para destinarlas a las exportaciones, debido a que el país no cuenta con infraestructura para que los coches de corte ecológico puedan funcionar.
El precio sería determinante para el mercado local y sólo el sector ABC1 podría acceder a una de las modernas unidades, que tendrían un valor piso de 60 mil dólares (284.800 pesos según el valor actual del tipo de cambio).
La Argentina cuenta con distancias muy extensas entre ciudades y ese factor se suma a la lista de dificultades por las que no sería exitosa la comercialización de los autos completamente eléctricos, dado que aún son muy pocos los que han logrado superar una autonomía mayor a 150 kilómetros.
Los coches híbridos, que funcionan con la alternancia de un motor a combustión y otro eléctrico, desembarcaron en la Argentina en 2009 de la mano del Toyota Prius, y se llevan vendidos sólo unas cien unidades en el país.
Se trata de un coche que cuenta con dos motores que trabajan coordinadamente, uno a nafta y el otro eléctrico. Este último ayuda al de combustible a encontrar condiciones ideales de funcionamiento y además se alimenta de un sistema de baterías que se recargan mientras el automóvil está en movimiento (Hybrid Synergy Drive), por lo que no requiere una fuente externa como los vehículos eléctricos que tienen que ser “enchufados” periódicamente para recargarlos.
A su vez, recicla la energía cinética del sistema de frenado, disminuye el consumo de combustibles a 4 litros cada cien kilómetros en ruta a velocidad crucero y baja las emisiones de gases contaminantes.
La idea de impulsar la producción de los autos terminó de convencer a Cristina Fernández a mediados de junio pasado, cuando Chevrolet le presentó en la Quinta de Olivos su auto ecológico Volt, que llegará a nuestro país en el 2014.
El Volt es el primer vehículo eléctrico de producción en serie que la compañía estadounidense lanzó a nivel mundial, que tiene una autonomía de 610 kilómetros.
De todas formas, por ahora, las autoridades del ministerio de Industria y los representantes de las automotrices continuarán con reuniones para seguir analizando las posibilidades concretas de poder producir los coches ecológicos en la Argentina.