El estudio de precios que realiza la Usina de Datos UNR, durante el primer semestre de 2020 la canasta básica alimentaria aumentó 648 pesos, pasando de 4.687 en diciembre de 2019 a 5.335 en junio de este año. La suba promedio mensual fue de 2,2 por ciento, y la acumulada llegó al 13,8 por ciento.
En términos trimestrales, el mayor incremento acumulado se dio en los primeros tres meses del año. En particular, en marzo, cuando llegó la pandemia de covid-19 a la Argentina y se dictó la primera fase de la cuarentena, la más restrictiva: ese mes, alcanzó el 6,7 por ciento.
El informe evidencia dos hechos importantes: por un lado, la disposición del aislamiento social preventivo y obligatorio a partir del 20 de marzo. Por otro, el establecimiento de los precios máximos de referencia, desde el 27 de marzo, también como respuesta al contexto de la pandemia.
“El primer hecho puede haber impactado indirectamente sobre los precios al generar una demanda destinada al abastecimiento por precaución, por encima de la habitual. Esto tal vez fue tomado por los formadores de precios como una oportunidad para subirlos sin que se vea afectado el consumo de los bienes básicos”, interpreta el texto.
El gobierno nacional tomó nota y estableció los precios máximos de referencia, medida con la que se propuso retraer los valores hacia el momento previo a la declaración de pandemia. Sus efectos se observaron a partir de abril.
La disposición, vigente desde el 20 de marzo, obliga a las empresas de alimentos, bebidas, artículos de higiene personal y limpieza a mantener congelados sus precios a los valores que tenían el 6 de marzo. Aplica para hipermercados, supermercados minoristas y mayoristas, minimercados, almacenes y autoservicios. Se disponen listas de precios para cada provincia y en Santa Fe el listado abarca cerca de 1600 productos. Igual, supermercadistas se quejaron de aumentos encubiertos, como la baja de bonificaciones o incrementos en logística que cargan las industrias o proveedores.
Carne, la que más incidencia tuvo
El aumento acumulado de la canasta básica alimentaria del primer semestre de 2020 fue de 13,8%. Los rubros que más se incrementaron fueron “Verduras y hortalizas” (40,4%), “Raíces y tubérculos” (34,9%) y “Huevos” (25%). Esa comparación, con todo, es relativa respecto del total, porque la ponderación en el consumo es distinta.
El que mayor incidencia tuvo en el aumento del costo de la canasta básica fue “Carnes”, con un 5,1%. “Por cuestiones culturales fuertemente arraigadas en las tradiciones alimenticias de Argentina, el consumo per cápita de carne vacuna es el más importante dentro de las dietas, alcanzando los 50 kilogramos promedio por persona durante el primer semestre de 2020”, según datos del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina.
El salto en el precio de la carne que se produjo en marzo está explicado por un factor estacional y por otro coyuntural. “El primero está relacionado a que, durante el primer semestre, momento de la zafra de la cosecha gruesa, los feedlot aumentan la demanda de ganado en pie para engorde y esto impacta directamente en los precios. A este hecho estacional, se agregó el paro del campo durante los primeros días de marzo, que afectaron la oferta a la baja”.
En cuanto a los aumentos que se dieron en las frutas y verduras, existe un componente estacional que explica las variaciones de algunos de estos productos (como la acelga y los cítricos) y también “podrían estar afectados por la dificultad de los productores informales para comercializar sus productos a partir de la pandemia que se sumó al paro del campo mencionado anteriormente”.
Los tres productos con mayor variación acumulada del primer semestre de 2020 fueron mandarina (211,3%), batata (152,3%) y carne de pescado (127,1%). La incidencia conjunta de ellos sobre el aumento de la canasta básica fue de 4,3%.
Al analizar los rubros desagregados por productos se encuentra que el ítem con que más subió entre los “Aceites y grasas” fue la manteca (23,5%), entre los “Azúcares y dulces” la mermelada (46,1%).
Del rubro “Carnes” la carne de pescado fue la que más aumentó (127,1%), en “Cereales y derivados” el arroz (40,7%), en “Condimentos” el vinagre (46,5%), en “Frutas” la mandarina (211,3%).
Del grupo de “Infusiones y bebidas”, la yerba fue el producto que mayor variación acumulada mostró (40,7%), de “Lácteos” el queso cuartirolo (17,9%), de “Raíces y tubérculos” la batata (152,3%) y entre las “Verduras y hortalizas” la zanahoria (103,1%).
La incidencia de los productos mencionados anteriormente sobre el precio de la canasta básica alimentaria de junio de 2020 fue del 12,1%. Por otro lado, los productos con mayor peso sobre el valor de la canasta fueron pan francés (8,5%), asado (7,6%) y nalga (7,3%).
Agosto calmo
Luego de una fuerte variación en julio, agosto se presentó prácticamente sin modificaciones con respecto al mes anterior. El costo de la canasta básica rosarina se incrementó un 0,3%. Esta variación fue impulsada fundamentalmente por el aumento del precio en las categorías “Pan”, “Bebidas y jugos” y “Cereales y derivados” y la caída de algunos rubros como “Raíces y tubérculos” y “Lácteos”.
Para ejemplificar, un rosarino de entre 30 y 60 años necesitó como mínimo 5.626 pesos en agosto para adquirir los alimentos básicos y no quedar, por tanto, bajo la línea de indigencia. Un hogar de cuatro miembros, integrado por un varón de 40 años, una mujer de 35 y dos varones de 17 y 15 años debió tener en agosto de 2020 un ingreso igual o superior a 21.434 pesos para satisfacer sus necesidades alimentarias básicas.
Asistencia social
En agosto, la jubilación mínima, la pensión universal adultos mayores, la asignación universal por hijo y el salario mínimo vital y móvil no aumentaron ni percibieron bonos especiales. Dado que la canasta básica tampoco tuvo variaciones significativas, el poder adquisitivo de estos ingresos también se mantuvo estable. Por otro lado, la Ansés continuó con el tercer desembolso del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) de $10.000 a quienes lo habían cobrado con anterioridad.
El ingreso mensual efectivamente percibido por cada asignación universal por hijo (2.634 pesos) cubre el valor de la canasta básica de un niño o una niña de hasta 2 años. Pero, a partir de la implementación de la Tarjeta Alimentar, sumado al ingreso de la asignación, la cobertura se extiende y alcanza, en Rosario durante el corriente mes, a los niños y niñas de hasta 6 años.