Dos personas fueron detenidas en la mañana de este jueves durante un operativo realizado por la Policía de Investigaciones (PDI) bajo la sospecha de que en el lugar, una casa antigua, de pasillo y frente angosto del centro de Rosario, funcionaba una clínica que realizaba abortos clandestinos.
Fuentes del Ministerio de Seguridad informaron que el procedimiento se llevó a cabo en un domicilio ubicado en calle Mitre al 1200, entre Mendoza y 3 de Febrero. El operativo es fruto de una investigación que comenzó hace un mes y medio y se originó en un llamado anónimo. La investigación incluyó numerosas escuchas telefónicas en forma diferida y también «en directo». Fuentes judiciales explicaron que esta última modalidad es poco frecuente y se da sólo cuando la complejidad del caso lo requiere. La intención fue poder dar con la comisión in fraganti del delito.
La PDI arrestó en la vivienda a Bibiana G., de 59 años, quien en un principio afirmó ser médica y luego se retractó. También quedó detenido Sixto Raúl M., de 83 años, un médico tocoginecólogo de origen peruano que figura en los archivos de la obra social provincial Iapos en el rubro obstetricia.
En el momento del procedimiento, una pareja se encontraba en la casa para hacer una interrupción de embarazo ilegal.
El allanamiento fue ordenado por el juez en lo Penal de Primera Instancia José Luis Suárez a pedido del fiscal de la Unidad de Investigación y Juicio Aníbal Vescovo.
Vescovo reveló algunos detalles de la investigación: “Este hombre –por Sixto Raúl M.– se dedicaba a la obstetricia. Tendría que estar jubilado por su edad, pero aparentemente estaría en actividad, según unos papeles de obras sociales que encontramos. De todas formas, todo está en proceso de investigación”.
El funcionario judicial aclaró que el lugar funcionaba como un consultorio médico, incluso con cartel en el ingreso, desde hacía tiempo. Lo que no puede determinarse hasta el momento, aclaró, es desde cuándo se ofrecían las prácticas de aborto.
El fiscal no quiso dar precisiones sobre los importes que cobraban en la «clínica» a modo de honorarios por las prácticas clandestinas. “En las escuchas hay algunas números, pero la misma mujer detenida –Bibiana G.– se encargaba de rebajar el precio de la intervención”, aclaró.
“Las condiciones del lugar no eran buenas: un espacio muy antiguo y con poco cuidado, fue lo que pude apreciar”, dijo Vescovo. No cumplía ni siquiera, agregó, los estándares mínimo para un consultorio externo. Mucho menos, para prácticas quirúrgicas o de cierta complejidad como las de interrupción de un embarazo.
La audiencia imputativa de los detenidos no estaba fijada. La mujer y el hombre están arrestados por el delito de aborto y la pena puede ir de 1 a 4 años si las prácticas se realizaron con el consentimiento de las mujeres, explicó el fiscal. Aclaró que la penalidad también abarca a quien solicita la práctica ilegal, siempre que se concrete. No es el caso de la pareja que estaba en la vivienda cuando se realizó el procedimiento, que no se materializó.
Fuentes de la Policía de Investigaciones citadas por la agencia Télam señalaron que en el operativo secuestraron sellos con el nombre de la mujer y la inscripción de «médica», más un número de matrícula falso.
Además, 14 prendas de uso médico, una camisa con el nombre «Dr. M», cánulas, elementos de uso quirúrgico, una camilla ginecológica, tres teléfonos celulares y otros elementos que serán peritados para incorporarlos a la causa. Todo ello fue corroborado, después, por el propio fiscal del caso en conferencia de prensa.