El fiscal Marcelo Solimine ordenó a la Policía realizar un allanamiento al Hospital Fernández para conocer qué pasó el 6 de febrero, día en el que se cree que Lucas Ribolini Manso ingresó a la guardia.
Según informó el canal 5 de noticias, la Policía busca registros de la estadía del hijo del actor Antonio Grimau en ese centro de salud que, según se creía hasta hoy, había sido el pasado 6 de febrero. Además, revisarán las cintas de video para contastar en qué horario se realizó el ingreso del paciente.
El allanamiento se realizó luego de la publicación de una nota en la revista semanal Veintitrés, done se consigna que un testigo aseguró que Lucas “llegó corriendo y decía haberse escapado del Fernández, que aseguraba haber consumido mucha cocaína. Osvaldo cuenta que tenía una gasa y rastros de sangre, que cuando llegó la policía lo redujo a golpes, que le pisaron la cabeza contra el piso, que usaron una violencia innecesaria. Una testigo que trabaja en el Fernández confirmó esta versión a Veintitrés”.
La revista también consigna otro testimonio: “Estaba en la guardia y vi un hombre de espaldas. Me llamó la atención porque no tenía puestos los pantalones ni ropa interior –contó una emergentóloga que prestaba tareas esa noche en el Fernández–. Él iba subiendo la rampa por la que llegan las ambulancias. Vi que hizo un gesto como si se sacara una camisa. Quedó completamente desnudo. Un policía que estaba de custodia le gritó. Al escuchar el grito, el hombre salió corriendo. Nadie lo siguió.” La mujer quiso preservar su identidad. La solicitud de no dar a conocer nombres fue una constante entre las personas que aceptaron hablar con esta revista: por respeto a la familia, temor a perder su empleo o, peor, a represalias policiales.