La jueza Fabiana Palmaghini, a cargo de la instrucción en la causa en la que se investiga la muerte del fiscal Alberto Nisman, ordenó ayer un allanamiento en la casa de Diego Lagomarsino, el licenciado en informática y propietario del arma que causó la muerte del funcionario judicial que estaba a cargo de investigar el atentado a la Amia.
El allanamiento, que se extendió por cinco horas, se llevó a cabo en la localidad bonaerense de Martínez, en el partido de San Isidro, donde reside Lagomarsino, y estuvo a cargo de la Policía Metropolitana.
La magistrada llevó a cabo estas diligencias en respuesta a un pedido formulado por la jueza federal Sandra Arroyo Salgado, ex esposa de Nisman y querellante en esta causa.
Los investigadores buscan en el domicilio de Lagomarsino computadoras, pendrives y otros dispositivos electrónicos que puedan contener información relativa al caso.
El objetivo es determinar si Lagomarsino pudo haber tenido acceso remoto a la computadora personal de Nisman, que se habría activado a las 8 de la mañana del domingo cuando, de acuerdo a la querella, el fiscal ya estaba muerto.
Precisamente, la activación de la computadora en ese horario y la suspensión de los peritajes tecnológicos se convirtieron en el eje de la controversia en la investigación sobre la muerte del fiscal, luego de que ayer el gobierno cuestionara la medida y la defensa de Lagomarsino pidiera que se reanuden las tareas.
La medida judicial de ayer se sumó a la adoptada la semana pasada por la jueza y a partir de otro pedido formulado por Arroyo Salgado, cuando la magistrada suspendió los peritajes informáticos en los dispositivos electrónicos del fallecido fiscal, ante el pedido de la ex esposa de Nisman de preservar “la privacidad” de la víctima.
El experto en informática que trabajaba bajo las órdenes de Nisman con un sueldo de 41 mil pesos, declaró haber suministrado al fallecido fiscal un arma de su dominio desde la cual salió el disparo que provocó su muerte.
Actualmente, este ex colaborador de la Fiscalía encargada de investigar la causa Amia está imputado por haber entregado esa pistola calibre 22 a Nisman, un día antes de que apareciera sin vida en su departamento de Puerto Madero.
Peritajes controvertidos
Por disposición de la fiscal Viviana Fein, que tiene a cargo la causa, se iniciaron la semana pasada peritajes a teléfonos y computadoras que pertenecían a Nisman, de los que surgió que el día en que el fiscal fue hallado muerto, el domingo 18 de enero pasado, en su departamento de Puerto Madero, entre las 7 y las 8 de la mañana hubo una “conexión local” en la computadora.
Ese resultado se contrapone con el horario de muerte estimado por los peritos de Arroyo Salgado, según los cuales el fiscal fue “asesinado” entre las 20 y las 24 del día anterior, el sábado 17.
En este marco, el abogado de Lagomarsino, Maximiliano Rusconi, pidió ayer por escrito que se reinicien las pericias sobre teléfonos y computadoras del fiscal, suspendidas por pedido de la querella.
“Esta pericia está realizada por tres peritos, los dos de parte y el oficial. Cuando el miércoles se conocen estos resultados, que demuestran que hay una conexión local ese domingo en esa computadora, entre las 7 y las 8 de la mañana, el perito de la querella pide retirarse unos minutos, y llamativamente, una o dos horas después aparece un escrito en el juzgado solicitando la interrupción de esa pericia”, indicó Rusconi.
“La búsqueda que se hizo (en esa conexión local) es de los mails de Nisman y tres periódicos, que en principio serían Perfil, La Nación y Clarín. El patrón de búsqueda sería compatible con la personalidad de Nisman”, agregó.
El sábado la fiscal Fein resaltó que la pericia sobre la computadora de Nisman “quedó interrumpida a pedido de la querella” liderada por Arroyo Salgado.
Según sostuvo la fiscal, esa pericia “fue una pretensión permanente de la doctora Arroyo Salgado” pero advirtió que “al segundo o tercer día” pidió que se modifique para “preservar la confidencialidad de todo lo que pueda surgir de los aparatos telefónicos como de las computadoras”, por lo que “quedó en stand by”.
Moldes mantuvo apelación de Pollicita y sumó recusación
El fiscal general ante la Cámara Federal porteña, Germán Moldes, mantuvo ayer el recurso de apelación contra la decisión de desestimar la denuncia por supuesto encubrimiento del atentado a la Amia, en tanto sumó un nuevo pedido de recusación en su contra al ya presentado por el diputado kirchnerista Andrés Larroque.
Otro de los denunciados por el fallecido fiscal Alberto Nisman, el supuesto espía Allan Ramón Bogado, presentó su planteo de recusación ayer ante la Sala I de ese Tribunal de Apelaciones, que ya notificó a Moldes del planteo al respecto hecho por Larroque el viernes. Moldes deberá ahora responder a los argumentos de quienes piden que se aparte de la causa y luego resolverá la Cámara.
El fiscal, por su parte, notificó a la Sala I que “mantendrá” el recurso de apelación del fiscal federal Gerardo Pollicita contra la decisión del juez Daniel Rafecas de desestimar la denuncia contra la presidenta Cristina Fernández y otros por supuesto “encubrimiento”.