Unos tres mil tubos con cocaína, 17 detenidos, dos pistolas, celulares y vehículos secuestrados fueron el saldo de 37 allanamientos en los barrios Municipal y Las Flores destinados a desbaratar lo que los investigadores consideran una asociación ilícita comandada por los herederos del fallecido capo de la barrabrava de Newell’s Roberto “Pimpi” Caminos.
Los procedimientos forman parte de “la tercera etapa de la una intervención multiagencial llevada adelante por el gobierno provincial” en el territorio conocido como Pimpilandia o Fuerte Caminos. La investigación comenzó en febrero, en el marco de un rebrote del conflicto que el clan Caminos mantiene con la alianza Funes/Ungaro, una histórica pelea con sede en zona sur que reveló una red de economías delictivas, al tiempo que dejó medio centenar de muertes. Entre los demorados figuran tres personas de apellido Caminos.
En una conferencia quizá opacada por el cimbronazo de un nuevo ataque a tiros contra una sede judicial, los fiscales Viviana O’Connell y José Luis Caterina dieron por desarticulada una red de economía delictiva referenciada en el liderazgo de uno de los hijos de Pimpi, Alexis, con quien –aseguran los investigadores– la segunda línea de la banda tenía comunicación directa, a pesar de que este joven está preso en Coronda desde octubre de 2016 a la espera de un juicio oral en el que se debatirá su participación en el crimen de Mariela Miranda, la madre de los hermanos Funes.
Miranda fue asesinada en marzo de 2016 y su muerte agudizó los conflictos entre los bandos rivales: repetidas balaceras y medio centenar de homicidios se sucedieron en los barrios Grandoli, Municipal, Fonavi de Lola Mora e Hipócrates, Tablada y República de la Sexta, hasta que el conflicto mermó a mediados de 2017 con el desbaratamiento parcial de la banda de Lautaro “Lamparita” Funes en el marco del operativo Los Miserables, de jurisdicción provincial y federal. Ahora fue el turno de la banda de Alexis, ya golpeada por dos operativos anteriores.
La hora de Pimpilandia
Hasta octubre de este año, el Fonavi Municipal (Grandoli y Lamadrid) conocido como Pimpilandia era considerado un fuerte inexpugnable en el que sobrevivía una economía delictiva con sustento en el narcomenudeo. Al tiempo que se sucedían denuncias por usurpaciones y causas penales por enfrentamientos armados que se acumulaban en los escritorios del Ministerio Público de la Acusación y en el flamante Organismo de Investigaciones (policía judicial), que tuvo intervención en esta causa.
Los fiscales explicaron que uno de los objetivos del desembarco de 800 efectivos el 25 de octubre pasado fue allanar el camino para la desarticulación de la banda de Alexis y descomprimir la violencia territorial.
“Esta causa se originó en el mes de febrero por un enfrentamiento por el territorio y relacionando con la venta de estupefacientes. En el fuero provincial, lo que hace surgir la investigación como una banda son los conflictos armados y los homicidios”, dijo O’Connell.
Su par Caterina describió: “Esta banda tenía la estrategia sistemática de usurpar viviendas. Y de controlar un determinado territorio sobre la base de estas usurpaciones. La idea de esta investigación es desestructurar eso”.
Tres mil tubos de merca
Este jueves, personal de Policía de Investigaciones allanó 37 domicilios en el Municipal y en Las Flores con el objetivo de desarticular lo que los investigadores consideran asociación ilícita con roles y funciones definidos. La redada arrojó en forma preliminar 54 demorados.
Para “unas 15” de las personas identificadas en el operativo los fiscales consideran que hay elementos probatorios suficientes para una imputación. “Desde octubre pudimos identificar una segunda línea que pasa a responder a Alexis Caminos, con comunicación directa. Pudimos identificar roles y funciones de cada uno. Por eso hablamos de asociación ilícita. Es un golpe relativamente grande a la banda”, describieron los funcionarios.
La sorpresa llegó en una vivienda de barrio Las Flores. En Belén al 1900, la Brigada Operativa Antidrogas de la PDI secuestró casi 2.900 tubos eppendorf con cocaína y detuvieron a tres mujeres de 21, 42 y 74 años. Mientras que en dos departamentos de Grandoli 4951 secuestraron en total 59 dosis y una bolsa de creatina, sustancia utilizada para estirar la droga. También, una gran cantidad de celulares, notebooks, una pistola calibre nueve milímetros, otra 22, y unos 300 mil pesos.
“Hay mucha gente –dijeron los fiscales– que ha sido afectada por estos hechos graves de usurpación. Y que sin embargo ha tenido un temor muy grande a denunciar y colaborar con la investigación. Hacemos una conferencia de prensa porque sabemos que la detención y una eventual prisión preventiva para estas personas –importante dentro de la organización– pueden darles más seguridad a las víctimas a fin de colaborar para arribar a condenas”.