En marzo de este año, detuvieron a Daniel Godoy en Serodino y lo imputaron por lavado de activos, pero la lupa sobre él se extendió a una posible participación en el crimen de Marcelo “Coto” Medrano. La investigación sobre este hombre y otros sospechados de integrar la misma banda delictiva incluyó escuchas telefónicas cuyo contenido derivó en la orden de allanamiento de este viernes a la casa de Aldo Sosa, un empleado de la Defensoría del Pueblo y conocido como Gatito Chemea que llegó de la mano de Los Monos a ser el actual líder de la barrabrava de Newell´s. El operativo, en la vivienda de Arijón al 500 bis, tuvo como objetivo profundizar las pesquisas, y al cabo del mismo el mandamás del paravalanchas y su hijo fueron demorados y el fiscal Matías Edery evalúa si llevará a audiencia imputativa a Gatito.
A Marcelo “Coto” Medrano, señalado como traficante de drogas y referente de la barrabrava de Newell´s en la zona norte, lo acribillaron el 10 de septiembre de 2020: le acertaron 15 disparos poco después de que se bajara de su auto en una estación de servicio ubicada en Eva Perón y avenida San Martín, de la vecina localidad de Granadero Baigorria.
Asesinaron en Granadero Baigorria a Coto Medrano, barra de Newell’s habitué de crónicas policiales
Las cámaras de vigilancia del lugar registraron al conductor de una camioneta Ecosport que se estacionó junto al Ford Fiesta en el que Medrano había llegado junto a su familia. Cuando la víctima regresaba al auto, tres personas bajaron de la camioneta mientras que una cuarta esperaba al volante. Uno del terceto se acercó a la pareja de Coto para que no se involucrara, y sus dos compañeros lo acribillaron.
El policía Gabriel Godoy, hermano de Daniel y quien estuvo involucrado en el caso de la desaparición seguida de muerte de Paula Perassi pero terminó absuelto, fue imputado como conductor de la Ecosport utilizada para asesinar a Coto. Otro miembro de la fuerza de seguridad, Milton Bondi, también quedó acusado por ser quien se presume retuvo a la pareja de Coto.
La pesquisa por este crimen derivó en una investigación colateral por lavado de dinero. Es que Coto, horas antes de ser asesinado, había comprado más de 17 mil dólares en la cueva financiera Cofyrco, ubicada en Corrientes 832 en pleno corazón de la city rosarina. Por esta situación, se ordenaron allanamientos en esa oficina y los directivos están imputados.
Amenazas, tiroteos e incendios precedieron a la ejecución de Coto Medrano
Allanamientos
La información surgida de las escuchas de la investigación a la banda que integra Daniel Godoy y que se disputaba el control del territorio para la venta de drogas con Coto llevó al fiscal Matías Edery de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos a pedir una orden de allanamiento a la casa del barra Gatito Sosa, en Arijón al 500 bis, barrio Saladillo.
Hasta el lugar llegó personal de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) en busca de material de interés para la causa. No había orden de detención para Gatito, por lo que fue demorado junto a su hijo y por estas horas el fiscal analiza los indicios encontrados en el domicilio para determinar si imputa al hombre, de 48 años y con 30 años de antigüedad como empleado público.
Imputaron a Dani Godoy por lavado de activos e investigan si participó en el crimen de Coto Medrano
Los Monos, la barra y el valijero
Los conocedores de la interna de la barra leprosa ubicaron la irrupción de la banda de Los Monos en 2016. En junio de ese año empezaron ataques homicidas que tuvieron como blanco a quien detentara la jefatura del paravalanchas, uno fue Matías “Cuatrerito” Franchetti el 7 de junio y a los 21 días fue el turno de su sucesor Maximiliano La Rocca.
El nombre que le siguió fue Ariel “Tubi” Segovia, lo balearon en octubre de ese año aunque nunca quedó claro si era por la interna de la barra o por los enfrentamientos que mantenía junto a los Caminos contra los Ungaro-Funes. Tubi estuvo preso hasta abril de 2018 cuando lo asesinaron a traición personas allegadas a Alexis, hijo del histórico jefe de la barra Roberto “Pimpi” Caminos, también fue muerto a tiros en 2010.
En ese tiempo asumió Javier “Jija” Avejera pero lo detuvieron en febrero de 2018 y la jefatura quedó difusa, aunque había un rumor de que un tal Gatito, que era el valijero –administraba las ganancias de la barra– de Los Monos de muy bajo perfil, era quién se encargaba de tomar decisiones.
La presentación en sociedad del Gatito Sosa como jefe de la barra leprosa fue a finales de enero de este año cuando hubo un encuentro entre los referentes de la pesada con la dirigencia del club para reacomodar los dividendos en pandemia, según contaron algunos conocedores de la barrabrava que prefirieron mantenerse en el anonimato.
Con la convulsión característica de un año de elecciones en Newell´s, no se filtró cuál fue el mensaje que le quisieron dar al Gatito Sosa el 30 de abril pasado cuando atacantes le dispararon una docena de veces contra el frente de su casa. Siete de esos proyectiles no llegaron a la puerta porque quedaron en un auto estacionado.
A los dos días, el domingo 2 de mayo y poco antes de que Newell´s perdiera 3 a 0 con Rosario Central hicieron pintadas amenazantes al frente de un local comercial que es propiedad del vicepresidente del club del Parque, Cristian D’Amico. El dirigente deportivo no hizo la denuncia. En el portón quedó estampado el otro apodo de Gatito: Chemea acompañado de la palabra narco.
Este viernes también se conoció que el titular de la Defensoría del Pueblo, Raúl Lamberto, firmó la suspensión la Gatito Sosa por un mes y que personal de la institución se puso a disposición de la Fiscalía como también pidió información sobre la causa en la que está involucrado el empleado público; que es jefe de división con 30 años de antigüedad y con un sueldo mensual de 180 mil pesos.
A pesar de que el allanamiento fue en el marco de la investigación del crimen de Coto Medrano y de que se lo sindica como testaferro de Los Monos, Gatito quedó demorado por algunas horas mientras el fiscal analiza si le cabe imputación alguna.