Otra vez, alboroto con uniformados en el mismo departamento allanado en junio pasado como resultado de una investigación provincial por el robo de un iPhone, que derivó en sospechas sobre el comprador del aparato rastreado por los pesquisas: un joven recientemente mudado a Puerto Norte con movimientos de dinero poco claros que terminó demorado y recuperó la libertad. Este jueves, hubo un nuevo operativo allí, en el edificio de avenida Carballo al 500, en el que la misma persona volvió a ser apresada. Pero ahora, por una causa federal que indaga el tráfico de drogas desde Rosario a Rufino, en el sur provincial, con el mismo protagonista bajo sospecha de ser uno de los dos proveedores de ese comercio ilegal de narcomenudeo de cocaína. En este caso, las conexiones bajo la lupa judicial incluyen a policías: por protección del negocio y por desvalijar uno de los vehículos de alquiler donde se trasladaban los estupefacientes.
Los operativos de este jueves estuvieron a cargo de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), que los ejecutaron por solicitud del fiscal federal de Venado Tuerto Javier Arzubi Calvo. La causa es por el envío de cocaína a Rufino en remís, para comercializarla en la ciudad del sur provincial.
Además del departamento de Carballo 580, los últimos procedimientos incluyeron otro en Carballo 164, y un tercero cerca, en Junín 191.
Al cabo de esos allanamientos, de acuerdo a las primeras informaciones, dos personas quedaron detenidas. Una es la identificada como Pablo Jeremías A., el hombre de 31 años que había sido detenido en junio pasado como correlato de una investigación provincial que condujo hacia él por el rastreo de un iPhone robado en el centro de Rosario, que había comprado. El otro demorado este jueves es Alejandro Daniel B. Los dos, bajo sospecha de ser proveedores de cocaína a la red minorista de drogas de Rufino.
En esa causa federal figura el antecedente de 20 allanamientos simultáneos realizados el 23 de junio último en el que fue detenida una mujer de Rufino sospechada como la cabecilla de la red de venta al menudeo de cocaína en esa ciudad, un remisero como presunto transportador de la droga desde Rosario, un policía del Comando de Rufino apuntado como «seguridad» del negocio ilegal y dos hermanos rosarinos bajo la lupa como proveedores. Esos operativos, como el de este jueves, fueron pedidos por el fiscal Arzubi Calvo. Dos de los operativos fueron en Rosario: uno en Lima al 600 y el otro en un departamento del piso 6 de San Lorenzo al 900, en el que encontraron más de 400 gramos de cocaína junto documentación.
El Ministerio Público Fiscal (MPF), además, abrió en junio otra causa que tiene como protagonistas a uno de los rosarinos que llevó cocaína a Rufino, ya que cuando volvía con un resto de la mercancía que no pudo vender y alrededor de medio millón de pesos adquiridos por los estupefacientes entregados, tres policías de un control de Seguridad Vial lo desvalijaron.
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