El jefe del batallón Dragones de Gualeguaychú, Facundo Candiotti, fue detenido hoy en un allanamiento llevado a cabo en esa repartición militar por la Gendarmería Nacional, en el marco de tres denuncias por abuso sexual de soldados mujeres.
Las denuncias implican por abuso sexual a dos suboficiales, uno que está radicado en Paraná y ya fue procesado y está camino a juicio, mientras que otro reside en Campo de Mayo, donde la Gendarmería, por orden del juez federal de Gualeguaychú, Hernán Viri, también dispuso la detención de este último y se concretó en horas del mediodía.
Los procedimientos fueron en conjunto con otros en la casa particular de los implicados donde además se buscaron pruebas: en el regimiento, las imágenes de las cámara de seguridad con las que hacían un seguimiento a las víctimas, de las cuales una renunció a la carrera militar y otras dos siguen en curso aunque con temor por las represalias que puedan traer el haber hecho las denuncias.
Las jóvenes son de entre 21 y 24 años y las tres acusaron a los dos suboficiales por los abusos sexuales que incluyeron tocamientos y hostigamiento permanente, así como amenazas para que no hagan las denuncias correspondientes. El jefe del Regimiento está acusado además por la destrucción de pruebas y ya está en poder de Gendarmería, mientras que luego será indagado por el juez Hernán Viri en conjunto con el fiscal federal Pedro Rebollo.
La Justicia federal trabaja en tres expedientes distintos donde tres soldados mujeres denunciaron los abusos y también se investigan las conductas de encubrimiento, apriete de testigos y destrucción de pruebas.
Una de las víctimas denuncia que uno de los acusados intentó besarla por la fuerza. La primera acusación data de 2016.
Ella denunció el episodio a los superiores y nunca le dieron respuesta. Eso implica a un suboficial por hechos que tuvieron lugar con esa víctima entre 2016 y 2021, y por los episodios que sufrió intentó sucididarse, según declaró.
También otro suboficial fue procesado y la acusación confirmada por la Cámara Federal por otro hecho de abuso sexual contra una soldado.
Las acusaciones sobre el jefe del regimiento es que no sólo actuó destruyendo prueba, sino que además apretó a testigos, entre ellos una suboficial cansada de las denuncias se presentó a declarar y antes de hacerlo, el militar le advirtió que tuviera cuidado sobre lo que iba a decir.