La Justicia realizó ayer un allanamiento en la casa del periodista y locutor Víctor Hugo Morales, ubicado en avenida Libertador al 2400 de la ciudad de Buenos Aires, en el marco de un juicio iniciado por la empresa Cablevisión, del Grupo Clarín, por haber puesto al aire un tramo del recordado partido de la Copa Intercontinental entre Boca y Real Madrid disputado en Tokio en el año 2000. En el operativo participó el propio abogado del Grupo Clarín, Damián Cassino.
El procedimiento judicial se concretó por orden del Juzgado Comercial Nº11, a cargo del juez Fernando Saravia, en el contexto de un juicio que la empresa Cablevisión le iniciara a Morales por haber puesto al aire en su programa “Desayuno”, que se emitía por ATC (Canal 7), algunos tramos de la histórica final que ganó Boca al Real Madrid con dos goles de Martín Palermo, y cuyos derechos de transmisión había comprado Cablevisión, en tiempos en donde los derechos de televisión estaban en manos privadas.
En aquella mañana millones de seguidores no tenían acceso al partido y los bares de la mayoría de las ciudades del país estaban repletos con gente afuera sin poder ingresar.
Por aquel entonces, con Fernando de la Rúa en el gobierno, Morales pregonaba que las imágenes deberían ser de libre acceso, algo que finalmente ocurrió cuando en 2009 comenzó el programa Fútbol para Todos.
Víctor Hugo había sido sobreseído por un juez de primera instancia, pero en 2014 los jueces revirtieron el fallo e incorporaron la condena para el locutor.
El abogado del periodista, Miguel Pierri, se mostró sorprendido por la medida a la que calificó de “innecesaria”, porque “nadie puede pensar que Víctor Hugo no es una persona que no pueda responder con su patrimonio a la pretensión económica del Grupo Clarín, que le reclama 800 mil pesos”.
“Cablevisión es el sostén mafioso del Grupo Clarín”, afirmó el relator. Y agregó: “Son una verdadera mafia a la que enfrento desde hace 20 años, y las facturas llegan”.
El fallo es por $3.500.000
La empresa Cablevisión emitió un comunicado en el que informa que “el embargo judicial sin allanamiento realizado en el domicilio de Víctor Hugo Morales fue ordenado por el Juzgado Nacional en lo Comercial Nº 11, en el marco de la causa en la que el relator fue condenado, con fallo de segunda instancia, al pago de la suma de $3.500.000 por haber difundido ilegalmente imágenes de la casi totalidad del partido de fútbol entre Boca Juniors y Real Madrid en el mes de diciembre de 2000”.
Cristina se solidarizó y alertó por ataque a libre expresión
“Mi solidaridad a Víctor Hugo Morales quien sufrió un allanamiento en su domicilio. ¿Hubo un comunicado de Adepa o Fopea (foros empresariales y periodísticos por la libertad de expresión)? ¿Van a salir condenando? Yo no recuerdo que se haya allanado a nadie”, sostuvo la presidenta Cristina Fernández, desde Tecnópolis. Y dijo que muchos jueces tienen temor a los medios.
“Lamento mucho lo que está pasando”, dijo, por su lado, el gobernador bonaerense y candidato presidencial del Frente para la Victoria, Daniel Sciol y expresó su “solidaridad” con el periodista al que dijo respetar.
El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, acusó a “los impresentables de siempre que no tienen otra forma de expresarse que esta y eso la sociedad lo rechaza”.
A su vez, el titular del Afsca, Martín Sabbatella, expresó su “más profunda solidaridad con Víctor Hugo, a quien esa patota mediática no le perdona haberse atrevido a liberar la transmisión de un gol cuando el Grupo Clarín mantenía secuestrado el fútbol”.
“Me decían que iban a tirar la puerta abajo”, contó el relator
“Entraron como si uno fuera un narcotraficante al que hay que agarrar de sorpresa en su madriguera”, dijo Víctor Hugo Morales sobre el procedimiento judicial llevado a cabo ayer a la mañana en su vivienda de la avenida Libertador en la ciudad de Buenos Aires y aseguró: “Me siento como si me hubieran dado una paliza por las tensiones vividas”.
El locutor adjudicó el allanamiento ordenado en el marco de un juicio iniciado por la empresa Cablevisión a un “acto de la justicia en respuesta a lo que dictamina el Grupo Clarín” y acusó al CEO del Grupo, Héctor Magnetto, de generar “una situación para disciplinar y mostrar su poder; mostrarse como dueños feudales”.
“A Magnetto no le va a cambiar la vida llevarse mis muebles”, aseveró y agregó: “Me quieren sacar 3 millones de pesos”, en relación a la demanda iniciada por Cablevisión, aunque consideró que no será “fácil que la justicia habilite una acción así”.
“Subir a mi casa con ellos sin saber a qué me estaba exponiendo fue incómodo. Es el poder, te lo hacen sentir y a mí me gusta que la gente pueda verlo. Ellos ya no tienen ningún juicio y eso lo demuestra lo que pasó también con Hotesur”, dijo Víctor Hugo y agregó: “Me decían que iban a tirar la puerta abajo y eso generó mucha tensión entre mi familia”.
“Se ve que me ven entrenado para sobrellevar las mentiras, y hoy fueron más a fondo, metiéndose en mi casa”, aseguró el periodista, quien dijo sentirse “sometido a un ataque sostenido”.
Cassino, alfil de Magnetto
El abogado que apareció en el allanamiento a la casa de Víctor Hugo Morales no es otro que Damián “Colorado” Cassino, el letrado del Grupo Clarín que ideó la estrategia legal del monopolio para no avenirse a la nueva Ley de Medios.
Cuanto en octubre de 2013 la Corte Suprema declaró la constitucionalidad de la Ley 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual, dentro del grupo fueron varios los que apuntaron a Cassino por considerar que con su planificación jurídica llevó al Grupo Clarín a una estrepitosa derrota en los estrados del máximo tribunal.
En ese sentido, fueron varios los directivos que consideraron que los llamados de atención que hizo la Corte en el fallo a la defensa de Clarín, tenían nombre y apellido: Damián Cassino.
En la audiencia pública convocada por la Corte antes del fallo, Cassino tomó relevancia pública por su inocultable cabellera. Él fue la voz cantante del grupo de abogados de Clarín debido a que es especialista en defensa de la competencia y concentración económica.
Nacido hace 46 años y oriundo de Chivilcoy, al igual que el CEO del Grupo Clarín, Héctor Magnetto, Cassino es amigo de Pablo Cassey, sobrino de Magnetto. De hecho, además de conocerse de Chivilcoy, ambos ingresaron juntos al estudio Sáenz Valiente.
A partir de ese vínculo, Cassino desarrolló una relación propia con Magnetto, a quien asistió como letrado en varias causas y llegó a integrar como suplente el directorio del Grupo Clarín.
