Hay pistas en la causa de las balaceras a escuelas que apuntan a la banda Los Monos. En particular, a familiares directos del renombrado líder Ariel “Guille” Cantero, preso en el penal de Marcos Paz. Al menos así se desprende de los seis allanamientos que hicieron este viernes en viviendas relacionadas con el clan de barrio La Granada, de donde personal de Gendarmería secuestró documentación y celulares, material que será peritado en busca de evidencias que puedan echar luz sobre los atentados que sacudieron la previa de las elecciones legislativas.
Los procedimientos fueron solicitados por los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos, que están a cargo de investigar los atentados cometidos el sábado 13 por la noche y el domingo 14 por la madrugada sobre dos escuelas de la ciudad. En la primera, Santa Isabel de Hungría de Cafferata 4070, balearon por la madrugada, cuando había personal del Ejército en el interior, ya que allí se votaba en las elecciones legislativas generales. En tanto, en la Crisol, de Magnano 6365, no se sufragaba pero dejaron un cartel que decía: “O se comunican con la mafia o siguen las balaceras”.
Sin órdenes de detención, personal de Gendarmería irrumpió en Caña de Ámbar al 1800, de barrio La Granada, vivienda relacionada con Patricia Celestina Contreras, la madre de Ariel «Guille» Cantero y ex esposa del Viejo.
También hubo operativo en un departamento de Corrientes al 900, en el microcentro y vinculado con Vanesa Barrios, esposa de Guille Cantero. En tanto, otros dos procedimientos fueron sobre avenida Avellaneda al 4500. Uno de ellos, el que Ariel Cantero padre fijó como domicilio tras su salida condicional de prisión, y el restante como alternativo.
El quinto fue en calle Víctor Mercante al 700, en la zona norte. Y el último en Castellanos al 5300.
Desde el Ministerio Público de la Acusación (MPA) dijeron que los allanamientos arrojaron documentación de interés para la causa, más de 10 celulares y cuatro motocicletas. “Todo se enviará a peritar”, adelantaron.
Además aseguraron que hay «investigaciones en curso» sobre el clan, que desde hace tiempo está dividido en bandos enemistados, como quedó en evidencia en incidentes vinculados con sindicatos y también con la barra de Newell’s: por un lado el Viejo Cantero y por otro, su hijo Guille.
Si bien los pesquisas indicaron que estos operativos responden a los ataques contra las escuelas, no se puede dejar de tener en cuenta otros hechos que también pasaron en las últimas semanas. Entre el martes 9 de noviembre y el domingo 21, además de las balaceras sobre domicilios particulares que se registran a diario, hubo seis ataques a estaciones de servicios, otro a la sede del Sindicato de Camioneros de barrio Abasto; a dos locales gastronómicos y otro par sobre establecimientos educativos. Los once blancos parecen compartir un hilo en común: no está claro el móvil de los atacantes, más allá de la especulación de que se trata de actos de intimidación pública. Lo cierto es que en cada caso los gatilleros se escabulleron sin siquiera ser perseguidos por la Policía.