Seis alumnos y alumnas de 8º año de un colegio de la zona de Godoy Cruz, Mendoza, tuvieron que ser atendidos de urgencia dentro de la escuela después de que tomaran pastillas con efecto tranquilizante y ansiolítico, que una de las estudiantes había llevado.
El episodio, conocido esta mañana, se produjo ayer en el Instituto Nicolás Avellaneda, de Godoy Cruz, y si bien los chicos sintieron «mareos y alteraciones en el equilibrio», no sufrieron lesiones de consideración.
Tras el episodio, Liliana Jeré, subdirectora de Educación Privada de la Dirección General de Escuelas (DGE) de la provincia señaló al diario Uno de esta ciudad que la marca del medicamento que tomaron los chicos es Tensium 2 miligramos, cuya droga es Alprazolam 2mg.
La funcionaria indicó además que las pastillas habían sido llevadas por una de las estudiantes.
Señaló que el episodio -ocurrido durante la mañana de ayer en la escuela ubicada en San Martín al 1100- les ocasionó a las chicas y chicos mareos y alteraciones del equilibrio.
Estos efectos fueron detectados por un docente en plena clase, quien avisó a las autoridades del establecimiento, y éstas de inmediato llamaron a un servicio de medicina privada.
Los médicos, una vez en el lugar, constataron que los estudiantes -de entre 13 y 14 años-, más allá de los signos mostrados inicialmente, no presentaban alteraciones neurológicas o físicas.
No obstante, el médico que los atendió prescribió que recibieran apoyo psicopedagógico y psicológico, según se señaló.
A raíz de ello, la DGE, tras conocer el caso por la denuncia de los padres de uno de los alumnos afectados y constatar la situación, avisó a la Dirección de Orientación y Apoyo Psicopedagógico y Comunitario (Doapc) «para que interviniera e hiciera un abordaje para evitar otras situaciones semejantes en el futuro».
En ese sentido, se dispuso que se realicen «talleres de reflexión junto con las familias y que los chicos conozcan los riesgos de tomar medicamentos no recetados por los médicos», indicó Jeré.
De acuerdo con el relato de la funcionaria, el área de Educación Privada tomó conocimiento del hecho a las 13 de ayer, cuando dos padres se acercaron con un alumno del colegio y fueron atendidos por la supervisora de la zona.
Allí le contaron que «en el 8vo año del turno mañana, una alumna había llevado un medicamento, que resultó ser un ansiolítico y tranquilizante, que fue ingerido por seis alumnos».
De inmediato, «las autoridades llamaron porque un profesor de Historia los vio mareados y notó que padecían de alteraciones del equilibrio», añadió Jeré, quien aseguró que se pusieron en marcha todos los mecanismos disponibles para estos casos.
