En medio de una creciente presión internacional, el Gobierno israelí y el movimiento palestino Hamas acordaron hoy un alto al fuego a partir de esta noche, después de 11 días de bombardeos y ataques constantes, que por ahora dejaron un saldo de 232 muertos en la Franja de Gaza y 12 en Israel y representaron la peor escalada militar del conflicto desde 2014.
«El gabinete (de seguridad) aceptó por unanimidad la recomendación de los funcionarios de seguridad (…) de aceptar la iniciativa egipcia de cese del fuego bilateral sin condiciones», informó la oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en un comunicado, citado por la agencia de noticias AFP.
Poco después, tanto Hamas, la fuerza política que controla el interior de la franja, como la Yihad Islámica, otro partido con brazo armado en ese territorio, confirmaron la tregua, que comenzará a regir a las dos de la madrugada local del viernes (20 de hoy de Argentina).
Aunque el comunicado del gobierno israelí destacó que la tregua no conlleva condiciones, Osama Hamdan, un miembro del bureau político de Hamas, le dijo al canal de noticias Al Mayadeen -vinculado al movimiento islamista libanes Hezbollah- que habían recibido «garantías de que la agresión israelí contra la mezquita de Al Aqsa y (el barrio de Jerusalén este) Sheikh Jarrah se detendrá», según reprodujo el diario Haaretz.
Este punto es relevante para los palestinos ya que fue en esos dos lugares en Jerusalén que comenzó toda la escalada a principio de mes.
La tensión comenzó a escalar cuando familias palestinas del barrio Sheikh Jarrah resistieron a las órdenes de desalojo entregadas por las autoridades y terminó de explotar cuando la policía israelí reprimió y enfrentó a miles de fieles musulmanes que rezaban en la explanada de las mezquitas -uno de los lugares santos del islam, donde está Al Aqsa- durante el mes de Ramadán.
Esto desató no solo una ola de protestas dentro de Israel de la minoría palestina, sino también inició una serie de lanzamientos diarios de cohetes desde la Franja de Gaza que golpearon parte del sur y centro del país, dejando 12 muertos, entre ellos un niño y un soldado, y 333 heridos.
La ofensiva con misiles y artillería que lanzó Israel contra ese pequeño y completamente encerrado territorio con dos millones de habitantes, en cambio, terminó por ahora con 232 muertos, 65 de ellos niños y 39 mujeres, y 1.900 heridos, según el Ministerio de Salud de Gaza, que no distingue entre víctimas civiles y combatientes.
Además, la ONU denunció que más de 90.000 personas se quedaron sin casa por los bombardeos y se refugiaron en sus escuelas.
Desde otro territorio palestino ocupado, Cisjordania, donde el Gobierno internacionalmente reconocido de Mahmud Abbas tiene su sede, celebraron el anuncio de la tregua, aunque pidieron «no olvidar a Jerusalén».
«Israel no tiene otra salida que detener su carnicería, su agresión contra el pueblo palestino, creemos que podrían optar por un alto el fuego unilateral, porque Israel, como siempre, intenta evitar alcanzar un alto el fuego conjunto. Esto es bueno que el pueblo palestino, más de 2 millones de personas, pueda irse a dormir esta noche, sabiendo que tendrá una mañana más brillante, pero no es suficiente», aseguró el canciller Riyad al Maliki en un mensaje virtual, al margen de la sesión de la Asamblea General de la ONU sobre Israel y Palestina.
«El tema central que inició todos estos episodios es Jerusalén, no podemos olvidar Jerusalén», pidió, citado por la agencia de noticias Sputnik.
Los rumores de una inminente tregua crecieron en los últimos días junto con la prensión internacional.
Ayer, el presidente estadounidense, Joe Biden, le dijo a Netanyahu que esperaba una «desescalada importante en camino a un alto el fuego» y hoy llegó a Israel el ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Heiko Maas, un viaje que sorprendió en medio de la actual pandemia de coronavirus que limitó mucho estos traslados.
Además, el enviado de la ONU para Medio Oriente, Tor Wennesland, estuvo hoy en Qatar para reunirse con el líder de Hamas, Ismail Haniyeh, informó AFP, mientras Francia, Egipto y Jordania hace días que presionan públicamente a Estados Unidos para exigir a través del Consejo de Seguridad una tregua a Israel y Hamas, algo que Biden quería evitar para su aliado.
En el momento del anuncio de la tregua y durante la hora siguiente, no hubo lanzamientos de cohetes desde la franja ni bombardeos israelíes contra ese territorio palestinos. Sin embargo, tras un día que transcurrió entre constantes ataques, el clima seguía siendo tenso.
Anoche, varias explosiones habían sacudido una zona comercial de Ciudad de Gaza, la localidad central de Deir al-Balah y la sureña Khan Younis.
Desde bien temprano a la mañana, residentes inspeccionaban los escombros de al menos cinco casas de familia destruidas en Khan Younis, informó la agencia de noticias palestina Ma’an.
El Ejército israelí dijo que atacó las casas de tres comandantes de Hamas en Khan Younis y que lanzó también bombardeos en Rafah contra «infraestructura militar» y contra una casa de Ciudad de Gaza donde había un arsenal.
En Khan Younis, uno de los ataques israelíes destruyó una casa de dos pisos, y esquirlas golpearon otra vivienda y provocaron la muerte de una mujer, informó Ma’an.
Voceros hospitalarios confirmaron la muerte de la mujer y dijeron que al menos otras diez personas resultaron heridas en la localidad en ataques aéreos nocturnos.
Horas más tarde, al menos tres palestinos más murieron en un ataque aéreo israelí contra dos autos en un ruta del norte de la franja, según Ma’an.
El Ministerio de Salud palestino informó de cinco muertos hoy en ataques contra Gaza.
Poco después del mediodía, milicianos palestinos lanzaron una nueva andanada de cohetes hacia el sur de Israel luego de una pausa de ocho horas, informó el Ejército, que no reportó víctimas.