Natalia Jacinto es directora del proyecto “Arquitectura y Niños” que se puso en práctica en la Escuela “Anastasio Escudero” de la zona sudoeste y busca profundizar en el estudio de la arquitectura como herramienta de educación no formal.
El proyecto de extensión se articula y retroalimenta con el trabajo de investigación “Arquitectura para Niños, una experimentación pedagógica y lúdica, desde la Educación No Reglada” que dirige la misma docente. El objetivo de la propuesta es lograr, a través del juego, despertar en los niños el interés sobre el espacio que habitan, el contexto social y la importancia del desarrollo sustentable. “La meta es que los chicos puedan constituirse como ciudadanos críticos capaces de exigir un espacio público de calidad y comprometerse con el cuidado del mismo”, resalta Jacinto.
Los niños que formaron parte de la experiencia proyectaron maquetas para valorizar su espacio público más próximo: el patio escolar. La investigadora considera que la experiencia fue un desafío que logró una dinámica de trabajo muy interesante con resultados satisfactorios “Trabajamos con unos cuarenta chicos de entre 5 a 12 años. Al principio fue un momento de bastante tensión para nosotros, pero luego de dos o tres encuentros se creó un clima fantástico donde los más chiquitos eran contenidos por los más grandes pero a su vez aportaban ideas aún más creativas que los mayores, y los más grandes se enganchaban”.
Durante los primeros encuentros los chicos imaginaban juegos que les gustaría que hubiera en el patio de su escuela, la única consigna era que no fueran los tradicionales que se encuentran en cualquier plaza. Los disparadores fueron los verbos de lo que ellos querían hacer en el espacio: correr, saltar, trepar, deslizarse, descansar y a partir de ahí, los niños imaginaban los objetos para realizar esas acciones.
En las siguientes reuniones se brindaron conceptos como espacio y escala, para que entre todos puedan realizar las maquetas de los juegos que habían imaginado. Natalia Jacinto explicó la dinámica de trabajo de los talleres: “Nosotros lo que hacemos es plantear una inquietud o algún problema que ellos deben resolver, imaginando soluciones, siempre a través de juego. Luego, mostramos un video o una charla que los acerca a ciertos conceptos de la arquitectura, a partir de eso los chicos empiezan a armar una propuesta, conjugando la pura imaginación y algunas herramientas de la disciplina, y de esa forma esas ideas se transforman en dibujos y maquetas grupales”.
La arquitecta resalta que los proyectos que surgieron de esta experiencia son completamente viables, y actualmente se están gestionando los fondos para poder construir parte de los juegos que surgieron del proyecto. El equipo de investigación se encuentra realizando la instancia de legajo, un estudio para saber la cantidad de materiales y los costos. Si bien esta tarea trasciende lo que enmarca el proyecto, la docente considera que sería muy importante que los chicos puedan ver el producto final de lo que ellos mismos idearon.
El equipo de la Facultad buscó profundizar especialmente en la temática del espacio público y por ese motivo se centró en el patio escolar que es el espacio que comparten entre todos, no sólo los alumnos sino también los docentes, no docentes, padres, es decir en el que todos deben tener cabida hacerse responsables.
Los docentes buscaron desarrollar el concepto de espacio público partiendo del patio escuela para llegar a la ciudad. A través de material audiovisual los chicos conocieron las ciudades de los pintores, la de las películas, la de los cuentos y por último, la de los arquitectos, para concluir con que las ciudades no son de ninguno de ellos sino de todos.
La arquitecta considera que es muy importante que los chicos incorporen la idea del espacio público como espacio propio, especialmente porque se trata de niños que están en una zona periférica de la ciudad y en situación de marginalidad. “Una parte del proyecto fue que conocieran la ciudad y organizamos algunos paseos ya que muchos de ellos nunca habían ido al centro o al Monumento a la Bandera.”
El cierre de la actividad se realizó en la Facultad de Arquitectura de la UNR, donde los niños presentaron sus trabajos a un grupo de docentes universitarios que formaron una especie de jurado y les hicieron preguntas sobre el proyecto que realizaron. “Fue una experiencia muy interesante que defiendan sus trabajos ante profesores que no conocían, con sus padres, amigos y maestros como público”.
Durante la jornada, los jóvenes visitantes recorrieron la Facultad, conocieron los distintos espacios donde se dictan clases, dibujaron en los tableros, hicieron un picnic en los espacios verdes y jugaron en las instalaciones. “Se apropiaron del lugar de una manera muy libre. Los niños “ocuparon” simbólicamente el ámbito universitario y fue una manera de visibilizar lo producido en los talleres y activar los poderes políticos y académicos para concretar los proyectos”.
Natalia Jacinto resaltó que fue una experiencia muy gratificante donde lograron crear lazos afectivos y durante el tiempo que duraron los talleres los chicos pasaron a formar parte de la comunidad educativa de la institución. En la actualidad están recibiendo propuestas de distintas escuelas de la ciudad para repetir la experiencia que creen sería muy positiva a la hora de fomentar la participación de los niños en los ámbitos de toma de decisiones sobre el diseño de los espacios públicos de la ciudad. Los establecimientos que quieran formar parte pueden contactarse por mail a: arquichiquis@hotmail.com.
El trabajo de extensión fue seleccionado como representante de Argentina para participar de la Bienal Internacional de Educación en Arquitectura para la infancia y juventud, que se realizará en mayo y junio en la ciudad de Pontevedra, España. Además, fue postulado para representar a la Facultad de Arquitectura en el Congreso Arquisur 2017. Para llevarlo adelante el equipo de la Facultad de Arquitectura trabajó junto a la Asociación Civil País Joven y a la Escuela Provincial Nro. 799 “Anastasio Escudero”, donde se realizó la experiencia de junio a diciembre de 2017.
El equipo de extensión dirigido por Natalia Jacinto está integrado por Javier López, Damián Villar García, Pablo Fernández, Adolfo Schlieper, Catalina Daffunchio, Marianna Inganni Valentini, Delfina Sánchez, María Lucía Perassi y la colaboración de Livia Litmanovich y Lorena Klanjscek.
