Un hombre de 40 años que vivía en el barrio Ganadero, de Fray Luis Beltrán, fue hallado con la mitad del cuerpo quemado y signos de violencia dentro de la habitación que le prestaba la mujer que lo encontró moribundo anteayer por la mañana. Una ambulancia lo trasladó a un centro de salud, pero por la gravedad de las heridas fue llevado primero al hospital Eva Perón de Granadero Baigorria y luego al Clemente Álvarez de Rosario, donde falleció cerca de las 21. Antes de morir, Rolando Romero dijo quiénes le “habían hecho eso”. Al parecer, los apodos que pronunció pertenecían a dos muchachos de su barrio conocidos por su “mala vida” y la noticia corrió como pólvora. Casi medio centenar de vecinos fue a buscar a los sospechosos a sus viviendas y, como no los encontraron, se concentraron frente a la seccional 4ª, donde mantuvieron un corte por más de 12 horas que afectó las dos vías de la ruta 11. La medida se levantó en forma provisoria a las 10 de ayer, en tanto en el hospital hacían los preparativos de ablación ya que la víctima era donante de órganos.
“Tomamos conocimiento una vez que el hombre estaba hospitalizado. La mujer que lo encontró, que le prestaba una habitación para dormir, lo encontró a las 7, desvanecido. Tenía golpes en la cabeza y la ropa quemada, pero en el lugar no había signos de fuego. Al parecer la agresión ocurrió en otro lugar y el hombre logró llegar hasta su casa”, dijo un vocero policial.
La misma fuente agregó que Rolando era un vecino muy querido en el barrio, respetuoso, que no solía discutir con nadie ni inmiscuirse en asuntos de otros. “Se ganaba la vida con changas, cortaba el césped y hacía mandados”, dijo el portavoz, para continuar: “La señora le prestaba la piecita porque no tenía mucho trato con su familia; se veía poco con sus hermanos e hijos, aunque no se llevaban mal”.
Para los investigadores es un enigma el lugar donde ocurrió el hecho, una forma de agresión muy poco usual. “Ningún vecino sabe nada y no sabemos en qué lugar ocurrió”, apuntó un vocero.
Consultado sobre los supuestos autores del hecho, un vocero del caso indicó que la mujer que asistió a Romero le escuchó nombrar los apodos de “dos masculinos de entre 25 y 30 años con muchas entradas a la comisaría”.
“La gente se enteró que eran esas dos personas y quiso hacer justicia por mano propia. Pero como no los encontraron hicieron un piquete en la puerta de la comisaría que está sobre la ruta 11. Cortaron las dos vías desde las 22 hasta las 9.30. No entraban en razón, se les habló, se les explicó que estamos todos abocados a encontrarlos, pero no hubo forma”, dijo un alto jefe policial.
La causa quedó a cargo del juez de Instrucción de la 12ª Nominación de San Lorenzo, Eduardo Filocco, quien ordenó una serie de allanamientos para dar con los sospechosos, que al cierre de esta edición no había dado resultados positivos.
En relación con la causa de la muerte, se conocerá con la autopsia, aunque los informes previos del hospital daban cuenta de que se debió a quemaduras en el 50% del cuerpo, aunque también tenía golpes en la cabeza.