AMC, la cadena de cines más grande de Estados Unidos, presentó este viernes su plan para la reapertura de salas tras el cierre por el avance del coronavirus. Se trata de un conjunto de medidas de prevención y seguridad entre las que no se incluye obligar a los espectadores a que acudan llevando barbijos.
«AMC Safe & Clean» es el título del protocolo con el que esta cadena espera reabrir la mayoría de sus instalaciones en el país desde el próximo 15 de julio, algo que seguramente imitarán otras cadenas internacionales, algunas de ellas con complejos en los shopping locales.
La compañía AMC, que no tiene cines en Argentina, especifica que sus empleados deberán llevar barbijo, pero su postura es diferente para el público y esta se incluye bajo un epígrafe de recomendaciones titulado «cómo puedes ayudar».
«Equipo de protección personal (PPE) recomendado. Protégete a ti y a los otros llevando un barbijo, disponible para su compra si se desea», anuncia el plan.
«En algunos municipios, los clientes tendrán que llevar barbijos», añade, en relación con las zonas de Norteamérica en las que las autoridades locales obligan su utilización.
El consejero delegado de AMC, Adam Aron, admitió que su decisión tiene una explicación más allá de la emergencia sanitaria y en declaraciones a la revista de cine y espectáculos Variety sostuvo: «No quisimos vernos arrastrados a la controversia política». Y continuó: «Pensamos que sería contraproducente si obligáramos a llevar barbijo a aquellas personas que creen firmemente que no es necesario. Pensamos que la amplia mayoría de los clientes de AMC llevará mascarillas. Cuando vaya a ver una película en AMC, desde luego llevaré mascarilla para dar ejemplo».
El resto de medidas para la reapertura de AMC incluyen aspectos como reducir el aforo de las salas que se estima en un 50 por ciento, reforzar la limpieza de las instalaciones y establecer criterios de distanciamiento.
Regal y Cinemark, la segunda y tercera de las cadenas más grandes de Estados Unidos respectivamente, también informaron recientemente sus iniciativas para volver a las salas y tampoco obligarán al público a llevar barbijos más allá de la normativa concreta de cada lugar.
