A Alejandro Nahuel L. lo conocen en la calle como Pechocho. Tiene 19 años y este miércoles a primera hora lo imputaron por dos crímenes cometidos en un lapso de 50 días y en un radio de dos cuadras en barrio El Churrasco, también conocido como La Esperanza, en la zona norte. Ambas muertes derivadas de una disputa territorial que incluye broncas interpersonales, peleas por el control del negocio del narcomenudeo y amenazas cruzadas que derivan en un espiral de violencia. Pechocho fue detenido este lunes en la otra punta de la ciudad, en Tablada, y tras la acusación fiscal el juez ordenó que quede preso por el plazo de ley, es decir 90 días, a la espera del juicio.
El fiscal de la Unidad de Homicidios Adrián Spelta acusó a Pechocho por el asesinato de dos adolescentes, primos entre sí. El primero de ellos es el crimen de Nicolás Coceres, de 19 años. El otro, Mauro Barrionuevo, de apenas 15.
“Enfierrate”
El 9 de septiembre se festejó con retraso el Día del Niño en el polideportivo de Pizzurno y Larrechea y el predio hervía de chicos y padres. En esa cuadra –relató el fiscal Spelta– Coceres estaba en la puerta de su casa cuando alrededor de las 17.30 llegaron en moto Lucas “Payo” R. (todavía prófugo) y Pechocho, que iba como acompañante.
Pechocho comenzó a discutir con Coceres. Según la acusación, el imputado lanzó una amenaza: “Enfierrate porque yo te voy a matar. No te voy a dar más tiros en las patas”.
El dúo motorizado se fue pero al rato volvió a cumplir con su palabra.
“Esta vez –dijo Spelta– Alejandro Nahuel L. tenía un chaleco antibalas puesto, bajó de la moto y le disparó dos veces en las piernas. Cuando estaba en el piso lo remató con un disparo en el pecho. Después baleó la moto de Coceres y se dio a la fuga junto a Payo”.
La autoría del hecho está acreditada por tres testigos que presenciaron la ejecución, dijo el funcionario del MPA.
Uno de los testigos fue Mauro Barrionuevo, de apenas 15 años y primo de Coceres. Declaró en contra de Pechocho y ese testimonio quizá haya sido el motivo que le costó la vida.
Mauro
Eran las 11 de la noche del 31 de octubre. El merodeo de un auto en la zona de Pizzurno y Superí generó sospecha en la casa donde vivía Barrionuevo y su familia.
En la audiencia imputativa se reveló que ese vehículo, un Citroën C3 blanco, era conducido por Axel G., quien estaba acompañado por su hermano Adrián G., David Maximiliano “Tagualí” L. y Germán L. También había un quinto ocupante: Pechocho.
El Citroën frenó y el grupo disparó “entre 20 y 25 veces contra Mauro y su mamá, Gabriela, y su hermano Maxi. Uno de los plomos impactó en la cabeza de Mauro y le causó la muerte horas después”, se escuchó en boca del fiscal.
La madre de Mauro relató que antes del ataque había visto a Pechocho rondar la zona y antes del ataque fue hasta la comisaría a hacer la denuncia porque sabía que lo buscaban por el homicidio de su sobrino (Coceres). Pero en la seccional le dijeron que en ese momento no tenían patrulleros.
Pechocho escapó en auto junto con los hermanos G. Otros dos cómplices escaparon a pie, y el padre de Mauro salió tras ellos. En Superí y Cavia el hombre logró retener a Tagualí hasta que llegó la Policía. Es de recordar que este joven de 22 años ya fue imputado como coautor del crimen y por tenencia de arma a principio de mes, y quedó preso en forma preventiva por 30 días. En su descargo, Tagualí negó haber apretado el gatillo del arma que mató a Barrionuevo.
Luego de esa noche, a Pechocho se lo vio poco por El Churrasco. Un mes después los detectives lo ubicaron en barrio Tablada. Voceros del caso indicaron que el joven se aguantaba en una vivienda de Convención y 24 de Septiembre (Grandoli al 3700) que le consiguieron familiares, junto con su joven pareja y su pequeño hijo. Allí lo detuvo la Tropa de Operaciones Especiales en el marco de un cinematográfico allanamiento. Fuentes cercanas a la investigación expresaron que se le encontró una pistola 9 calibre milímetros marca Tanfoglio que todavía no fue peritada y una gorra “cuya descripción coincide con la que usó en el primer homicidio”, concluyó el fiscal Spelta, quien solicitó la imputación por homicidio agravado por arma de fuego –dos hechos– y tenencia ilegitima de arma de fuego de guerra.
Pechocho se abstuvo de declarar. Su defensora expuso que solicitará la evaluación de su cliente por una junta médica psiquiátrica para que determine si comprendía la criminalidad de sus actos.
La jueza de primera instancia Hebe Marcogliese aceptó la calificación presentada por la Fiscalía y dictó prisión preventiva efectiva por el plazo de ley. Pechocho quedará preso a la espera del juicio.
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