“Es un delito de gravedad”, repitió el fiscal Gustavo Ponce Asahad, quien investiga las amenazas de bombas en escuelas de la ciudad. La broma juvenil superó el límite de lo gracioso: en la noche del miércoles la Policía detuvo a cuatro personas en el marco de siete allanamientos. Son los titulares de 6 de las 20 líneas que el fiscal identificó como origen de los llamados a las escuelas y al 911. Pero no fueron ellos los autores de las alertas: las llamadas las hicieron los hijos, todos menores de 15 años, quienes reconocieron usar los celulares. Los cuatro adultos detenidos enfrentarán hoy al juez cuando el fiscal los acuse por intimidación pública, un delito que tiene penas de entre 2 y 6 años de prisión.
La saga sigue. La Policía demoró a cuatro alumnos del colegio San Antonio de Padua por la falsa amenaza que hicieron el miércoles. El Juzgado de Menores será el encargado de seguir la investigación. El contador no para y sumó más de 60 llamadas falsas en sólo 4 días hábiles este mes.
Cena familiar
La cena del miércoles a la noche terminó con un sabor amargo. Entre el último bocado y la sobremesa, personal policial irrumpió en los domicilios de siete familias. Buscaban los teléfonos desde los cuales se habían hecho algunas de las falsas amenazas de bomba a las escuelas. Entraron a siete viviendas y detuvieron a cuatro personas: dos hombres y dos mujeres. Eran los titulares de 6 de las 20 líneas que el fiscal Ponce Asahad identificó hasta el momento. También secuestraron una escopeta y cartuchos.
Mientras la Policía detenía a los padres, los hijos confesaron. Los menores de 15 años resultaron ser los usuarios de los celulares y los autores de las llamadas. La confesión sorprendió a los padres y generó malestar en las familias. Desde la noche del miércoles las cuatro personas permanecieron detenidas hasta este viernes cuando enfrenten al juez y le expliquen el origen de los llamados.
“Toda aquella persona que resulte individualizada como titular de una línea telefónica desde la cual partió la amenaza va a afrontar el proceso penal. La investigación recién empieza y hay una batería de medidas a desplegar”, dijo Ponce Asahad.
Los allanamientos se hicieron entre las 23 y las 00 del miércoles en Gorriti al 5100, Coulin al 2600, Virasoro al 3700, Caminito al 3600, Martínez Estrada al 7900, Pasaje Gomensoro al 1400 y Carriego al 1900.
La quinta llamada
Este jueves al mediodía el colegio Nuestra Señora del Huerto, ubicado en Juan Manuel de Rosas al 1000, recibió la quinta llamada falsa alertando por una bomba. La anterior había sido 4 horas antes. El miércoles por la tarde, el lunes y la semana pasada también recibieron amenazas. Siempre fueron falsas. No se sabe si es la misma persona o varias. Tampoco si es alguien de la escuela o un externo.
Cuando cerca de las 8.30 de ayer los alumnos de jardín y preescolar llegaron a las puertas del colegio, no pudieron ingresar. “Hay amenaza de bomba”, alertaron los docentes y preceptores. Y la sirena comenzó a sonar. Los chicos salieron a la vereda, junto con los alumnos de la primaria y secundaria que ya estaban en clase. Personal policial cortó la intersección de San Luis y Juan Manuel de Rosas mientras la Brigada de Explosivos recorrió el lugar. No encontró nada. Cuatro horas después, el operativo se volvía a repetir.
“Nuestro mayor miedo es que los chicos estén mucho tiempo en la calle. A las maestras se las veía preocupadas porque es un riesgo cuidar a tantos chicos afuera”, contó Enrique, padre de dos alumnos del colegio.
El colegio del Huerto fue una de las ocho escuelas que ayer recibieron un llamado por amenaza de bomba. A la extensa lista se sumaron Soldados Argentinos, Escuela 1318, Normal 3, Salvador Mazza, San Francisco Solano, Técnica Naval y Técnica 4. Todas resultaron falsas y en todas las escuelas implementaron el protocolo de seguridad por precaución la semana pasada.