El miércoles a las 19.30 la taxista Natalia Gaitán frenó en la puerta de la Terminal de Ómnibus Mariano Moreno para buscar un viaje. Un grupo de taxistas, parados debajo de la garita, la echó a los gritos. “Sos una cagadora y una mugrienta. Por tu culpa y de las otras tortas de mierda las concejalas están haciendo lio”, le dijeron. Gaitán subió la ventanilla y salió. Una hora después regresó. Otro taxista se paró detrás de su auto y le gritó: “Acá no queremos a las mujeres. Hacen quilombo y denuncias. Ya vas a ver lo que te va a pasar”. Gaitán abandonó la parada, fue a cenar con su familia a un bar y dejó estacionado el auto en la esquina de Francia y Mendoza. Cuando salió, el baúl estaba rociado con líquido de freno. Este jueves por la mañana un llamado desde un número privado le advirtió que si denunciaba le prendía fuego el auto. No fue la primera vez que Gaitán recibió amenazas. El día anterior otro llamado le ordenó que le dijera a una compañera que dejara de tomar viajes en la Terminal. Y el sábado la echaron a Natalia de esa parada y le dijeron que si volvía le iban a hacer algo. La taxista denunció el hecho a la línea telefónica 147 y también en el Centro Territorial de Denuncias.
“La Municipalidad de Rosario me autorizó a trabajar y ellos me lo prohíben. Es lamentable que brinden un servicio público. Pienso en mis hijas y siento que es un peligro para los pasajeros. Tenemos la habilitación y queremos tomar viajes libremente”, dijo Gaitán a El Ciudadano.
Cuestión de género
Gaitán es la presidenta de la Cámara de Mujeres Taxistas. La agrupación nació en octubre del año pasado y hoy nuclea a unas 50 trabajadoras que se unieron para defender su trabajo en un rubro donde predominan los hombres.
“Les molesta que haya mujeres arriba de los taxis. Los que me insultaron estaban parados debajo de la garita donde no los toma la cámara. Había personal policial y de servicios públicos y no hicieron nada. No voy a salir con miedo a la calle. Hago responsables a los inspectores que no nos defienden”, señaló Gaitán. La taxista pidió el registro de las cámaras de seguridad de la zona donde dejó estacionado el auto y también los nombres de los titulares de las chapas que estaban en la puerta de la Terminal.
Gaitán es titular y conductora de taxi desde hace 5 años. Tiene 39 años y tres hijos. Cuando se separó, decidió vender el departamento e invertir en una chapa de taxi. Hoy es su fuente de ingreso.
Este fin de semana fue la primera vez que la amenazaron desde que trabaja frente al volante. Gaitán cree que es personal. Dijo que los taxistas la cuestionaron por ser mujer, por estar al frente de la Cámara y por tener afinidad con algunas concejalas desde que la creó. Gaitán negó mantener contacto con ellas y con las otras taxistas que denunciaron amenazas de parte de la cooperativa Mariano Moreno que agrupa a los choferes de la Terminal.
A principios de abril, miembros de la Asociación de Mujeres Conductoras (AMC) denunciaron amenazas y agresiones de los taxistas. Las choferes se reunieron con la concejal Fernanda Gigliani y junto con María Eugenia Schmuck fueron hasta el Ministerio Público de la Acusación (MPA) a denunciarlos por asociación ilícita. También presentaron un pedido de informe al Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes) para conocer la conformación de la cooperativa Mariano Moreno, que el Concejo aprobó por unanimidad.
Al día siguiente, las ediles recibieron una carta a documento y un día después una nota firmada por ocho taxistas que le pidieron al presidente del Concejo una audiencia y una sanción para ellas.
Desde el Ministerio Público de la Acusación (MPA) informaron que identificaron a los taxistas y verificaron que estén habilitados.