“Andá a la marcha, puta. Ni una menos, ja ja ja”, decía la nota que le dejaron a Yanina luego de una entradera en su casa en octubre pasado. Tres hombres entraron de madrugada, amenazaron con abusar de ella y de sus hijos, le pidieron las denuncias que había hecho por violencia machista contra su ex y le dijeron que no siga. También le quisieron sacar el botón de pánico que le habían dado cuando la Justicia le prohibió a la ex pareja acercase. Se llevaron plata y ropa. Yanina hizo la denuncia y apuntó contra su ex pareja. Cuando el fiscal Nicolás Foppiani tomó el caso descubrió varias presentaciones en la Fiscalía por amenazas y desobediencia. El hombre fue imputado en noviembre y el juez dictó un arresto domiciliario. Este miércoles, la Cámara Penal revocó la medida y dispuso que espere el juicio la cárcel.
Yanina estuvo en pareja con Juan José A. durante unos 10 años. Tienen dos hijos. Hace varios años la relación marcada por la violencia se rompió. Él tiene 49 años y trabaja en una agencia de seguridad en la empresa Celulosa. En septiembre de 2016 un juzgado de Familia le prohibió acercase a Yanina. La decisión judicial, como en muchos casos, no fue suficiente. También lo denunció en sede penal. La primera en agosto de 2016. No fue la única. La denuncia era siempre la misma: la amenazaba en lugares públicos. Una vez fue a la puerta del colegio de sus hijos con un arma.
La madrugada del 16 de octubre tres hombres entraron a la casa de Yanina cuando dormía con sus hijos. Fue maltratada y amenazada. Antes de irse dejaron una nota que decía “Andá a la marcha, puta. Ni una menos ja ja ja “. Un mes después, el fiscal Nicolás Foppiani pidió allanar la casa de Juan José. El 13 de noviembre lo imputaron como instigador del robo agravado por el uso de arma con dos agravantes, en poblado y en banda. Foppiani sumó las denuncias que la chica presentó en la Unidad de Violencia de Género, dos hechos de amenazas calificadas, dos de amenazas simples y desobediencia a una orden judicial.
El hombre negó todo. Su abogado José Girado pidió que sea arresto domiciliario. El juez José Luis Suárez lo aprobó y dispuso colocarle una tobillera electrónica. La casa del hombre no está lejos de la casa de la mujer en el barrio Empalme Graneros. El fiscal apeló la medida cautelar y el caso quedó en manos del camarista Gustavo Salvador.
Este miércoles el vocal revocó la medida de Suárez y mandó a Juan José A. a la cárcel. Además de las denuncias de la mujer, el juez se apoyó en testigos de las amenazas. Tomó en cuenta los testimonios de una amiga de Yanina y su actual pareja. También tuvo en cuenta la gran cantidad de llamados telefónicos que recibía la mujer. Los recibía entre las 14 y a la 1. Si bien la Justicia no determinó quien llamaba las comunicaciones fueron captadas por una antena en Fray Luis Beltrán donde el imputado trabaja. Por último, evaluó tres informes de profesionales especializados en la materia. Entre otros, varios integrantes del Instituto de la Mujer de Rosario y una psicóloga. En los escritos descartaron que la chica haya inventado los hechos denunciados. Recomendaron extremar las medidas de protección.
El delito de robo que le achacan tiene un mínimo de 5 años, pero Salvador entendió que se trató de un hecho que se dio en el marco de violencia de género. Tomó en cuenta la restricción de acercamiento y la violación a la medida. Además de sacarle la tobillera lo mandó a prisión.