El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, fue amenazado de muerte presuntamente por el autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), confirmó el ministro de Comunicaciones de la Presidencia, Augusto dos Santos.
La amenaza está contenida en un comunicado que llegó en la noche de ayer a medios de difusión locales, vía fax y correo electrónico, y está suscrito por «Alejandro Ramos», nombre de uno de los principales dirigentes del EPP, una organización guerrillera que opera principalmente en el norte del país.
A Lugo lo tratan como un «cadáver ambulante» y advierten que se vengarán por la muerte de Gabriel Zárate Cardozo, alias comandante Simón, a quien califican como «un símbolo de la lucha armada» en Paraguay y que cayó en un enfrentamiento armado, el 3 de septiembre, en el departamento de Canindeyú, al este del país.
La amenaza está dirigida también al ministro del Interior, Rafael Filizzola, y a su esposa, la diputada Desiree Masi, a quienes se acusa de «despilfarrar dinero del pueblo en un país donde la pobreza llega al 50 por ciento» al ofrecer recompensa «por el asesinato» de los miembros de la organización armada.
El EPP, según las autoridades, fue adiestrado por la guerrilla colombiana de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para perpetrar secuestros y otro tipo de ilícitos.
El ministro de comunicaciones resaltó que en los correos se destaca que «conocen sus movimientos», así como los de Lugo y de su ministro de Interior, Rafael Filizzola.
La amenaza contra el mandatario y sus ministros fue emitida quince días después de que el Gobierno informara que elevó a 800 millones de guaraníes (unos u$s 167.000) la recompensa inicial de 500 millones por la captura de cada uno de los líderes del EPP, de izquierda, y que opera en las regiones boscosas del noreste del país.
Además, la Policía confirmó el pasado 3 de septiembre que Gabriel Zárate Cardozo, considerado «número tres» de ese grupo armado, fue abatido durante un enfrentamiento a tiros con agentes en el poblado de Sidepar, al suroeste de Canindeyú, fronterizo con Brasil.
La muerte del presunto cabecilla del EPP se produjo dos meses después de que otro supuesto líder de esa banda, Severiano Martínez, fuera abatido en una región inhóspita del Chaco, región occidental del país, en la misma zona donde en abril pasado había protagonizado un tiroteo con la Policía.
Entre otros delitos, el EPP, conocido como tal desde hace dos años, está acusado del secuestro de dos acaudalados ganaderos del noreste del país y varios de sus miembros son buscados por el secuestro y asesinato, en 2005, de Cecilia Cubas, hija del ex presidente paraguayo Raúl Cubas (1998-99).