El socio de Central tuvo otra alternativa ayer por la tarde. Y esa fue el fútbol playa. Un deporte diferente, inusual por estas tierras, pero que en Arroyito se respira desde hace varios años.
Aprovechando el feriado y que el clima acompañó durante toda la jornada los equipos de Central, tanto masculino como femenino, tuvieron competencia en el estadio Ángel Di María, a metros del río Paraná.
Muchísimas familias acompañaron a los canallas en sus respectivos amistosos. A primer turno se enfrentaron las chicas que practican el deporte en el club, en un cotejo totalmente amistoso entre ellas.
Para cerrar la jornada fue el turno de los varones. El primer equipo de Central enfrentó a Juventud Pueyrredon de Venado Tuerto, una institución que está realizando sus primeras armas en la arena.
El elenco canalla tuvo estos jugadores en cancha: Gabriel Bosch, Hugo Longo, Luciano Donato, Ángelo Agustini, Lucas Ponzetti, Maximiliano Ponzetti y Emmanuel Castelli. La visita, en tanto, presentó a Matías Canclini, Leandro Camillatti, Luciano Oviedo, Tomás Oviedo, Gustavo Giaquinda, Leonel Barbeito y José Mialich.
El resultado fue triunfo auriazul por 6-5 en el tiempo suplementario ya que en los tres períodos de quince minutos reglamentarios habían terminado 4-4.
Los goles del Canalla fueron anotados por Lucas Ponzetti, Hugo Longo, Luciano Donato y Angelo Agustini en tres ocasiones. Para Juventud, en tanto, marcaron Leonel Barbeito en dos oportunidades, otro doblete de Tomás Oviedo y José Mialich.
El público que se acercó al Caribe Canalla pudo apreciar chilenas, atajadas espectaculares y un gran partido en el cual los dos equipos dieron todo por el espectáculo. El resultado fue cambiando de mando constantemente y los golazos estuvieron presentes en la arena del Ángel Di María. Porque el fútbol playa tiene esas características que lo hace diferente al fútbol de campo. La pelota pasa más tiempo por el aire a consecuencia del desnivel propio de la arena. Muchas voleas, muchos jueguitos, el juego aéreo es fundamental y los arqueros se lucen en cada estirada.
A pesar de ser un equipo en formación Juventud mostró carácter y por momentos hizo padecer a Central. Pero el elenco auriazul en los momentos claves sacó a relucir su experiencia.
Sin dudas que fue una tarde de otoño diferente. Con fútbol de alto vuelo. Con familias compartiendo un deporte alternativo que busca su propio lugar. Quizás con el tiempo lo pueda lograr. Central resultó ser uno de los primeros clubes en practicarlo a base de mucho sacrificio y trabajo a pulmón, principalmente, por parte de los jugadores. Una decisión que ojalá otras instituciones puedan imitar.
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