Un hombre de 31 años fue condenado a tres años y cuatro meses de prisión por asaltar una estación de servicio de la vecina ciudad de Capitán Bermúdez en mayo de 2010. Pero como al momento del hecho el acusado estaba bajo el régimen de libertad condicional, ya que transitaba el final de una sentencia impuesta en la localidad de Eldorado, provincia de Misiones, el juez Carlos Carbone fijó como pena única diez años y cuatro meses tras las rejas.
La pena recayó sobre Mauro Alberto O., quien en la noche del 1º de mayo de 2010, fue junto a otro joven hasta una estación de servicio ubicada en la intersección de avenida San Lorenzo y Salta, de Capitán Bermúdez y, bajo amenazas, le pidieron al encargado del lugar que les entregara la recaudación. Según el fallo, la víctima les dio una billetera que contenía un total de 250 pesos y que luego, los dos ladrones se dieron a la fuga.
A los pocos minutos, llegó al lugar personal de la comisaría 2ª de Capitán Bermúdez, que tras escuchar el relato del joven asaltado y prestar atención a la descripción de los dos asaltantes, comenzaron a buscarlos por dicha ciudad.
Pero la víctima les dio un dato que en su momento fue decisivo: indicó que uno de los autores del asalto era Mauro Alberto O., a quien conocía del barrio.
Con esto, los pesquisas salieron a buscar al hombre, quien fue visto cerca del mediodía del 2 de mayo, caminando por inmediaciones de las calles Andrade y Estrada. Al ver a los uniformados, Mauro salió corriendo, pero fue detenido tras una persecución que culminó cuando el fugitivo perdió el equilibrio y cayó por una pendiente de tierra.
Fue trasladado a la comisaría 2ª, donde se lo identificó como Mauro Alberto O., y quedó detenido y a disposición de la Justicia.
El muchacho se negó en su momento a declarar en sede policial, pero en sede judicial negó los hechos que se le imputaron. Entre otras cosas, mencionó que lo conocían en la estación de servicio porque todos los días pasaba por el lugar, saludaba al playero de turno. Además, como coartada, dijo que la noche del hecho estaba en su casa.
En tanto, el playero que fue víctima del asalto reafirmó lo dicho en su momento y no dudó en señalar en una rueda de reconocimiento a Mauro como el autor del atraco.
En tanto, en una declaración ampliatoria, el imputado dio más detalles sobre el trabajo que estaba haciendo en las jornadas cuando ocurrió el asalto y además sostuvo que por esa fecha habían cambiado al titular de la seccional que tiene jurisdicción en su domicilio (la 2ª) y que lo detuvieron un par de veces porque el nuevo jefe quería hablar con él.
También mencionó que en la comisaría lo golpearon para que se hiciera cargo de varios robos y que le pidieron que diera nombres de otros autores de hechos delictivos.
Según el fallo, Mauro les dijo a los uniformados que iba a conseguir los nombres, con el objeto de que lo dejaran de golpear. Pero cuando los policías finalmente no obtuvieron las respuestas deseadas, le dijeron que “lo iban a engarronar con cualquier robo que ande dando vuelta”.
En junio de 2010, Mauro O. fue procesado por el delito de robo calificado por uso de arma de fuego cuya aptitud para el disparo no se encuentra acreditada, pero su defensa apeló la resolución, que finalmente fue confirmada por la Sala III de la Cámara de Apelación en lo Penal de Rosario.
La defensora Estrella Galán consideró en su momento que las pruebas (testimonio del playero y reconocimiento en rueda de personas) no resultaban suficientes para determinar con total certeza la autoría del ilícito por parte de Mauro, por lo que solicitó su absolución.
Pero el juez de Sentencia 8ª, Carlos Carbone, consideró que estaban dadas las condiciones para dictar pena contra el imputado, quien fue sentenciado a tres años y cuatro meses de prisión por considerarlo penalmente responsable del delito de robo calificado por uso de arma de fuego cuya aptitud para el disparo no se encuentra acreditada; pero como al momento del asalto estaba finalizando una etapa de libertad condicional por una condena dictada por el Tribunal Penal 1º de Eldorado, provincia de Misiones, a siete años de prisión, fijó como única pena diez años y cuatro meses de prisión, accesorias legales y costas, con declaración de reincidencia.
