A partir de hoy los usuarios porteños de las líneas de subterráneos y premetro pagarán 2,50 pesos por cada boleto. El incremento, que ronda el 127 por ciento, fue ayer resistido por los usuarios, criticado por la oposición y defendido por los funcionarios del gobierno de Mauricio Macri.
Asociaciones de consumidores rechazaron el incremento y pidieron por audiencias públicas para discutir el precio del boleto. En tanto, legisladores porteños y el auditor de la ciudad de Buenos Aires, Eduardo Epszteyn, presentaron un recurso de amparo antela Justiciapara frenar el “tarifazo”.
El inminente incremento generó que muchos usuarios de la red de subtes se agolparan en las boleterías para poder comprar la mayor cantidad de tarjetas con el precio anterior de 1,10 peso. En tanto la empresa concesionaria Metrovías anunció ayer que a pesar del aumento del boleto se mantendrá el precio anterior por una semana para quienes utilicen las tarjetas Sube o Monedero.
El diputado nacional por el Frente para al Victoria Roberto Feletti rechazó la suba aplicada por el gobierno porteño al considerarla un “tarifazo sin anestesia, que no tiene sustento técnico ni jurídico”.
Feletti explicó que con el acuerdo por el traspaso el gobierno nacional se comprometió a cubrir durante el primer año el 50 por ciento del subsidio, aportando 360 millones de pesos, y el 50 restante apenas representa el 1,2 por ciento de los ingresos anuales de la ciudad.
“Esto quiere decir –prosiguió Feletti– que desde el punto de vista financiero el Ejecutivo nacional le otorgó al gobierno de Mauricio Macri un puente financiero suficiente para que se aplicaran correcciones a la tarifa de manera gradual y no lo que terminó siendo, que fue un tarifazo”, dijo.
En tanto, el ministro de Hacienda porteño, Néstor Grindetti, admitió que la decisión de aumentar la tarifa del subte a 2,50 “puede resultar antipática”, pero la consideró “necesaria”.
“Tomamos el subte hace 48 horas y lo primero que vimos fue un evidente retraso de la cuota respecto de la inflación”, dijo el funcionario del PRO.
Según Grindetti, “hay un momento donde la situación ocurre” y el gobierno está “explicando que esto es lo que tenemos, no tenemos capacidad de generar dinero, la recaudación es la que es, y los costos son los que son, aunque resulta antipático”. Por su parte, asociaciones de consumidores manifestaron su rechazo a la suba en el boleto y consideraron que la medida dispuesta por el gobierno porteño debió ser discutida previamente en audiencia pública.
Pedro Bussetti, titular de la asociación de consumidores Deduco, dijo que “para que haya un cambio de tarifa en un servicio público que presta la ciudad de Buenos Aires, de acuerdo a la ley yla Constitucióncapitalina, debe haber antes una audiencia pública”.
Sandra González, de Adecua, señaló que el aumento le parece un “despropósito”. “No hablaron de obras de infraestructura, no dijeron nada; este aumento va directo al bolsillo de los trabajadores, no me parece lo más feliz, es un disparate”, consideró.
Fernando Blanco Muiño, dela Uniónde Consumidores dela Argentina, dijo que “el aumento es ilegal”. “El gobierno de la ciudad no cumplió con dos leyes que rigen en la ciudad que establecen el procedimiento de audiencia pública como requisito previo para fijar una nueva tarifa”, indicó.
A los representantes de las asociaciones de consumidores se sumaron los usuarios, quienes formaron largas filas frente a las boleterías para comprar pasajes con la tarifa actual de 1,10 peso.
Además,la Asociación Gremialde Trabajadores del Subte y Premetro anunció que hoy abrirán molinetes en varias estaciones para que los usuarios puedan viajar en forma gratuita, en protesta contra el aumento del boleto.