Asociaciones de defensa del consumidor y cámaras de entidades comerciales se expresaron ayer en apoyo a la convocatoria a no comprar en aquellos establecimientos que registran un aumento abusivo de precios y exhortaron a premiar o castigar el comportamiento de las empresas.
A través de las redes sociales, se convocó a no comprar ayer productos en supermercados ni combustibles en estaciones de servicio, en protesta por la suba de precios, una reacción de los consumidores que se registra con frecuencia en otros países.
La primera referencia oficial de la jornada a la medida fue la del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, quien consideró que “una de las condiciones básicas del ejercicio de la soberanía del consumidor consiste precisamente en no comprar en aquellos comercios o empresas donde el valor del bien se ha incrementado de un modo absolutamente desmesurado”.
Al respecto, el funcionario aseguró que “la remarcación de precios por parte de comerciantes inescrupulosos, empresarios especuladores e inescrupulosos, no tiene absolutamente nada que ver con el comportamiento de las variables económicas”.
En este sentido, el ministro de Economía Axel Kicillof destacó la importancia de controlar a todos los participantes en la cadena de valor para lograr el efectivo cumplimiento del programa Precios Cuidados.
También distintas entidades de consumidores apoyaron la convocatoria a no adquirir ayer productos en supermercados y no cargar combustibles en estaciones de servicio en protesta por el aumento de precios, y exhortaron a continuar estas iniciativas en similares situaciones.
El presidente de la Unión de Consumidores de la Argentina, Fernando Blanco Muiño, dijo que la campaña convocada ayer a través de las redes sociales “es una acción importante para llevar a cabo por el incumplimiento de las cadenas de distribución y las petroleras” respecto de los acuerdos de precios. También consideró que esta convocatoria “es una acción de educación al consumidor”, en cuanto al respeto de sus derechos.
Blanco Muiño sostuvo que estas iniciativas resaltan el “rol colectivo” de la acción de los consumidores, en detrimento de los comportamientos individuales.
A su turno, Claudio Boada, de la Unión de Usuarios y Consumidores, dijo que “toda acción social colectiva que sume voluntades es positiva”, y exhortó a que las convocatorias se efectúen de manera coordinada “con acciones continuas y permanentes”.
Propuso “premiar y castigar” conductas de empresas y comercios con relación a los derechos de los consumidores, y dijo que el castigo no debe ser generalizado contra un sector, sino debe canalizarse a la empresa que no cumple con los valores acordados.
“Apagón de consumo”
Pero más allá de las asociaciones de consumidores, el titular de Fedecámaras, Rubén Manusovich, expresó que la entidad está convocando a “un paro de compras contra las empresas proveedoras que están pretendiendo marcar precios en forma abusiva, usando como pretexto el aumento del dólar”.
“Sostenemos que el impacto del incremento de la divisa norteamericana no debe repercutir en su totalidad en el precio de un producto fabricado en el país. Eso se debe reflejar mínimamente”, expresó Manusovich.
El secretario de la Confederación de la Pequeña y Mediana Empresa (Came), Vicente Lourenzo, dijo que la convocatoria a no comprar en supermercados y estaciones de servicio en repudio a la suba de precios “es una herramienta que tiene la gente, que se usa en otros países”.
Sobre la situación que enfrenta el sector comercial, Lourenzo explicó que pasados los últimos días “hay cierta normalización. Ahora aparecieron los precios pero son mayores a los de antes” de la variación del tipo de cambio.
“Estos son los que te roban el sueldo”
Agrupaciones kirchneristas nucleadas en el espacio Unidos y Organizados empapelaron ayer distintas zonas de la ciudad de Buenos Aires con afiches que escrachan, con nombre y apellido, a directivos de supermercados y petroleras, bajo el lema “estos son los que te roban el sueldo”.
La campaña contra los hombres de negocios se lanzó el día en que se realizó un “apagón de consumo”, un boicot que entidades de consumidores y sectores cercanos al gobierno alentaron por redes sociales, y que logró el apoyo oficial de la Casa Rosada a través del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich.
La metodología del escrache fue una de las armas políticas más utilizadas por el ex secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, durante los años que pasó al frente del cargo.
Ayer, algunas zonas de la Capital Federal amanecieron con afiches con la cara de los presidentes de Shell, Juan José Aranguren; supermercados Coto, Alfredo Coto; el presidente y CEO de Walmart, Horacio Barbeito; el gerente de Jumbo, Matías Videla Solá; el gerente de Carrefour, Daniel Fernández, y la presidenta de Frávega, Liliana Frávega.
“Conocelos. Estos son los que te roban el sueldo”, alertó Unidos y Organizados en los afiches, que causaron sorpresa en algunos sectores del propio gobierno que vino trabajando con esas cadenas en el plan Precios Cuidados.
En tanto, ayer se realizó un “apagón de consumo” en todo el país, con la consigna “24 horas sin comprar combustibles, ni productos en los supermercados. Huelga nacional de compras. Todos Unidos por Argentina”. Así se motorizó la protesta en las redes sociales, en el marco de las acusaciones que lanzó el gobierno contra los grandes grupos económicos. “El pueblo debe salir a combatir los aumentos de precios”, dijo el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich.
Por su parte, la presidenta Cristina Kirchner había hecho un llamado a la militancia a salir a controlar los precios, en un escenario complejo donde la inflación sigue complicando la política económica, pero sobre todo deteriorando el bolsillo de millones de argentinos.