En la semana posterior al fallecimiento de la cantante británica Amy Winehouse, hallada muerta en su vivienda de Londres el pasado 23 de julio, sus discos batieron nuevos récords de ventas en Reino Unido.
El álbum «Back to Black» se colocó en el número uno de las listas de ventas británicas, mientras su trabajo de debut «Frank», de 2003, subió al número cinco, y un recopilatorio con ambos se situó en décima posición, de acuerdo a lo informado por la agencia alemana DPA.
Además, cinco de sus hits se colocaron en los primeros 40 lugares de las listas de singles, lo que supone un récord para la cantante, a una semana de su muerte.
Un portavoz de la discográfica HMV explicó que la demanda de su música creció tanto, que tuvieron que volver a producir álbumes.
Con su éxito póstumo, Winehouse se coloca al nivel de grandes de la música como John Lennon o Michael Jackson, que también después de su muerte lideraron las listas de éxitos.
Mientras, las causas de la muerte de la artista continúan siendo un misterio. En un principio se especuló que fue una sobredosis, pero su padre Mitch explicó el pasado martes, durante su funeral, que la cantante llevaba un tiempo sin tomar drogas y también sin beber alcohol. (Télam)
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