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Ana Laura Martínez: «La actual conducción del PRO no me representa»

En el medio de la pelea interna por la conducción del partido fundado por Mauricio Macri, la concejala repartió palos y acusó al oficialismo de no blanquear afiliaciones "para mantener su poderío". Al intendente Javkin le reclamó "un poco más de ímpetu" 

La concejala de Unidos Ana Laura Martínez se metió de lleno en el proceso electoral que vive su partido. En diálogo con El Ciudadano, señaló que no se siente representada por la actual conducción del PRO y la acusó de no blanquear afiliaciones «para mantener su poderío». Al intendente Javkin le reclamó «un poco más de ímpetu» y «acción», pero valoró que apunte a un gobierno «con más voces» y que haya incorporado a la Dirección de Niñez su proyecto de Infancias Protegidas. En relación al Concejo, y la convivencia con el plural espacio de Unidos, Anita Martínez rescató como positivo «el crecimiento de la madurez política».

—¿Cómo funciona la convivencia de Unidos en el Concejo?

—Nos llevamos muy bien, sobre todo con la coherencia que hoy necesitamos para el día a día, o sea, nos paramos en los objetivos, porque los problemas de la ciudad siguen siendo los mismos: la inseguridad, el transporte público… Y eso nos unifica bastante en el concepto. Después, cuando hay diferencias, tratamos de dirimirlas, pero nos paramos siempre en el objetivo, que es tratar de estar cada vez más cerca del vecino e ir por la solución. Y estoy gratamente sorprendida, la verdad que sí. No tenía muchas expectativas al principio, creo que también es parte nuestra, no, de prejuzgar qué es lo que íbamos a hacer, y debo decirte que estoy muy cómoda. Además, como presidenta del bloque de del PRO el vínculo es ágil, dinámico, genuino y de mucho trabajo.

—¿Creés que había del otro lado también un prejuicio que también se desarmó?

—No, porque todos ya veníamos conviviendo dentro del Concejo, más allá de algunos actores que fueron cambiando por las elecciones, pero al ser una alianza de tantos colores políticos siempre te genera como cierta duda. Yo pensaba: ¿qué va a pasar con el tema de nocturnidad?, ¿qué va a pasar con el tema del trapito? ¿Cómo vamos a ver situaciones que tienen que ver con el día a día? O lo que pasa con la cuestión de feminismo, con el tema de la educación. Sin embargo, nos vamos llevando bien, creo que mi prejuicio era más por ahí por una cuestión de ideología o a veces por un progresismo medio disfrazado de revolucionario, que hoy por hoy nos daña, y la verdad que los conceptos fueron sumamente claros.

—En ese plano, ¿sentís que hay un nuevo tiempo desde lo ideológico?

—Creo que hay un crecimiento en estos años de madurez política. A todos nos encontró peleando por lugares en distintos momentos. A todos también nos encontró peleando por distintas ideas. Y creo que el ejemplo que tenemos a nivel nacional, es completamente distinto a lo que sucede tanto en la provincia como en la ciudad de Rosario. En el Congreso Nacional, o en la Cámara de Senadores, todavía es como que se sigue ponderando mucho la grieta. Y acá, como la sufrimos por no pertenecer al gobierno nacional en su momento, por no tener el mismo signo político en la provincia de Santa Fe, creo que avanzamos y evolucionamos en que más allá de que vengamos de sectores políticos distintos la realidad te lleva puesto y la mejor manera de demostrar a la gente que estamos laburando es estando con la realidad del día a día. Esas discusiones cuando son abstractas, estériles y tan alejadas de la realidad, creo que son un mal para la política.

—El PRO a nivel provincial está por vivir un proceso de renovación de autoridades. Hay dos sectores, tres en realidad, pero dos que presentaron listas y una de las cosas que los distingue es justamente cómo se relacionan con la administración nacional. ¿Cómo te ubicas en ese escenario?

—Lo bueno que todos, más allá del lugar que ocupamos hoy dentro de esta interna partidaria, pertenecemos al PRO, somos amarillos, y somos del partido de nuestro ex presidente, que es Mauricio Macri. Por supuesto que en estos años, donde inclusive yo me propuse como candidata a presidenta hace ya cerca de cuatro años, como parte también del aprendizaje y haber dejado una interna que en el 2017 fue muy buena en perspectiva, después fuimos perdiendo volumen porque es evidente que la actual conducción no me representa, no representa a muchos actores que somos del mismo partido político. Hay un prejuicio, por parte de quienes manejan el PRO oficial, entre comillas, donde no reconocen a sus propios integrantes del partido. Entonces creo que son muchos años de desmanejo, pero también muchos años de incomunicación dentro de la comisión directiva actual. Entonces hay que tener en claro que esto no es una pelea personal sino una pelea de conducción. Somos muchos los que estamos en el sector de Gisela Scaglia que no nos sentimos representados por el actual presidente, que ha tenido sus errores. Y democráticamente, cuando se elige a través del voto, creo que da transparencia y da también tranquilidad.

Cuando desde la conducción actual dicen que va a ser una vergüenza, que va a haber pocos votantes o pocos afiliados, es también su responsabilidad. Porque todos hemos presentado afiliados y en la confianza al presidente actual le hemos entregado en mano cientos de fichas de afiliaciones que nunca llegaron, para poder mantener su poderío. Entonces, la cuestión interna no queremos trasladarla a la ciudadanía, pero es una muestra también para decir que no estamos de acuerdo, que necesitamos alternancia y si no podemos llegar a una situación donde todos nos sintamos representados, vayamos a las internas.

—¿Cómo estás viendo la gestión municipal, de la que ahora sos aliada? 

—Javkin tiene una gran oportunidad, sobre todo luego de las elecciones, donde el electorado le dio un respaldo para los próximos cuatro años. El hecho de tener buen vínculo con el gobierno provincial nos da un poco de alivio también como rosarinos, al no ser autónomos. Y en este contexto creo que tiene una gran posibilidad. También depende mucho de cómo nosotros en este interbloque lo podamos acompañar y podamos trabajar. El hecho de poder incrementar el trabajo de personas que conozcan mucho lo que es el territorio, con lo que es la tarea de Desarrollo Humano, trabajar en las zonas más vulnerables, meter el foco a través de la educación, en las escuelas, haber incorporado Infancias Protegidas dentro de la Dirección de Niñez y Familia, habla a las claras de que quiere un gobierno más abierto y con más voces. La apertura va a traer sus frutos.

—¿Qué creés que le está faltando al intendente?

—Creo que le están faltando recursos económicos. Creo que también hay una situación hay que tiene que ver con las peleas internas que puede haber dentro del sindicato, donde funcionarios o personas que tienen que cumplir con su rol no lo hacen. Quizás pueda faltarle un vínculo con Nación un poco más aceitado, cosa que ya no depende de él. También depende de una isla, que sería La Libertad Avanza, donde todos tratamos de tener los mejores vínculos. Nosotros por ser del PRO tenemos gente muy generosa y abierta a poder llevar todas las propuestas. No solamente con Pablo de la Torre, que está como secretario de Niñez y Familia a nivel nacional, sino también con muchos actores que tienen que ver también con lo que sería el Ministerio de Economía. Por intermedio de Jorge Triaca tenemos un vínculo directo con gran parte de los funcionarios de La Libertad Avanza. Cuesta un poquito más, pero se puede lograr. Y creo que en este sentido el buen vínculo con Maximiliano Pullaro, que entiende el gran problema de inseguridad que tenemos, que hoy es el gran problema de todos nuestros males, que hasta que eso no se solucione no vamos a poder recuperar la paz que todos queremos.

—¿Cuál es la debilidad más grande de Javkin hoy?

—Creo que la ciudadanía lo querría ver con un poco más de ímpetu, quizás, un poco más enojado ante ciertos reclamos. Un poco más de acción también en la ciudad. Tenemos que acompañarlo también en eso y cumplir como ciudadanos el rol de entender que a la sociedad la cuidamos entre todos. Y también corrernos de que el Estado debería o sería quién debe solucionarte todo. El Estado también tiene que ser esa parte que te acompaña, no solamente si sos comerciante, industrial, si tenés un emprendimiento, pero no tiene que ser quien solucione todo. Así que por eso creo que necesitamos sí o sí encarar muchísimo la cuestión del trabajo, apalancarnos mucho a lo que es el Ministerio de Trabajo de la Provincia. Tener un buen vínculo con la Secretaría de Empleo, y empezar a ponerle mucha energía a todo lo que son los nuevos planes para los jóvenes, para los jóvenes adultos, aquellos que están buscando trabajo, y salir un poco de la dádiva o también de la gerencia de la pobreza, que eso ha traído en la sociedad una confusión muy grande sobre el hecho de lo que tiene que hacer el Estado por el ciudadano. Entonces durante muchos años se alimentó la vagancia, el no participar, el que te lo solucione otro y todos sabemos, los que venimos del esfuerzo y los que venimos de tantos años de sacrificio y de remarla, sabemos que tenemos que estudiar, que la educación es la puerta hacia la libertad, sobre todo para que no piensen por vos, y buscarle la mejor salida, no solamente lo que cada uno sueña, sino también donde vive.

—En estos últimos tiempos en el Concejo, ¿qué es lo que más te gratificó?

—Haber trabajado en el programa Infancias Protegidas, que allá por 2021 fue un eje de campaña, donde realmente la situación de la ciudad era extremadamente crítica y ahí teníamos obviamente un abandono del kirchnerismo absoluto en materia de lo que era el Misterio de Seguridad, no solamente porque en la provincia pasamos por varios ministros de Seguridad, a veces nos olvidamos, pero tuvimos algunos que fueron bastante personajes. Y a nivel nacional nos prometieron seguridad y asumió nada más y nada menos que Aníbal Fernández.

Entonces quedamos a la buena de Dios y en esos recorridos que sigo haciendo en el vínculo con los clubes, las instituciones, las vecinales, los centros comunitarios, tenía la necesidad de darles a nuestros chicos la posibilidad de que entiendan que dentro de la escuela como faro institucional, y a través de la educación, van a poder tener ese conocimiento que necesitan para sentirse libres y no ser rehenes de una situación a la que nos fueron llevando en el desmanejo de muchos años.

En ese momento nosotros presentamos una ley en la Cámara de Senadores para agravar las penas a aquellos adultos que delinquen o corrompen a menores, que fuesen denunciados. Y si bien eso tiene que ver, en un contexto nacional, con todo lo que se está discutiendo hoy, para sumar a lo que ya se viene haciendo desde la Justicia a nivel nacional, por ende de la provincial, me preocupaba mucho el mientras tanto. Entonces, en ese mientras tanto, logré hacer ejecutivo lo legislativo, que es conformar este programa que comenzó con una idea de participación público-privada, con una fundación que acompaña a menores, tanto de primaria como de secundaria, para que puedan terminar sus estudios.

Con aportes del privado, que en su momento fue Paladini, y con un acuerdo que hicimos con la Universidad Nacional de Rosario, a través de un formato de tutorías, logramos desembarcar en cuatro barrios (en ese momento hicimos un mapeo sobre la realidad que teníamos en la deserción escolar), que son Larrea, Ludueña y Empalme, y después sumamos a Villa Moreno, donde acompañamos a los chicos para que puedan terminar de la mejor manera con supervisoras y maestras, tanto en la primaria como la secundaria. Empezamos esta primera etapa por 500 chicos.

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