Search

Anarquía estadística y encima fuego amigo

A falta de un dato de inflación confiable en la Argentina, ahora proliferan porcentajes, ninguno de ellos confiable.

A falta de un dato de inflación confiable en la Argentina, ahora proliferan porcentajes, ninguno de ellos confiable. A esto contribuyó el propio gobierno dejando en una situación anárquica la medición de la inflación. Con la “emergencia estadística” dictada apenas asumió Alfonso Prat Gay en Economía, se pasó a la “anarquía estadística”. Florecen provincias con mediciones propias. Graciela Bevacqua requería casi un año para dar pureza y credibilidad a la información oficial. Demasiado tiempo, y más cuando antes de su retorno al Indec, la técnica venía ya difundiendo sus propias mediciones a través de la consultora “Buenos Aires City”. El lunes último, se sumaron legisladores del Congreso para sacar rédito de la anarquía imperante de la mano de Sergio Massa, Margarita Stolbizer y Victoria Donda, pero con el economista Marco Lavagna como bastón de apoyo.

La génesis del “IPC Congreso”, en realidad, surgió cuando el ex secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno prohibía a las consultoras difundir sus relevamientos de precios iniciando denuncias penales a diferentes economistas.

Con fueros de diputados, la difusión en el Congreso de esas mediciones de inflación tenían un blindaje contra Moreno. Pero tampoco significaba que ese dato fuera confiable: se trataba de un simple promedio de mediciones privadas, cada una de ellas con metodologías y ponderaciones distintas para confeccionarla y una muestra de un reducido número de productos. Claro que ante los porcentajes que daba a conocer el Indec mes a mes, el IPC Congreso era de un proceder celestial. El 3,6 por ciento que se difundió anteayer en el Congreso no especificó de dónde surgía ese porcentaje ni en los informes de qué consultoras se había basado. Curiosamente, las mediciones privadas (Elypsis, Bein) dieron menores en enero, del 2,8 por ciento. Olor de cocina.

El gobierno porteño mostró en enero una variación del 4,1 por ciento. Pero tampoco sería un indicador para extenderlo al lo que sucede en todo el país dado que la estructura del consumo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires es muy distinta a la del conurbano y a la de las provincias. De hecho, el gasto en alimentos de una familia porteña es menor en porcentaje del total, al de otros distritos. Y seguramente con los aumentos de tarifas de electricidad el mes que viene va a recalentarse más.

Ese 4,1 por ciento dado a conocer vía Twitter por José Donati, titular de las estadísticas porteñas, fue una suerte de “fuego amigo” para el PRO. Pero todo basado en la anarquía estadística imperante que incluye no sólo a la inflación sino a datos del PBI, por ejemplo.

Si se quiere hilar más fino, hasta los actuales funcionarios del Banco Central criticaban la forma en que se computaban las reservas internacionales, incluyendo el “blindaje chino” con los desembolsos o promesas de desembolsos de yuanes. Ahora, la metodología se mantiene. Más cocina.

Quien reemplazará a Graciela Bevacqua en el Indec es Fernando Cerro, que en sus antecedentes cuenta a su favor con ser egresado de la UBA, posgrado en el Instituto Di Tella, su posterior llegada al ente estadístico y que, durante la gestión de Moreno, fue enviado al área de “Siberia” dentro del organismo estatal. Su designación es políticamente correcta. La tarea por delante, titánica: en dos meses, tal como señalara su impulsor, Rogelio Frigerio, estará listo el nuevo IPC.

10
toto togel
linitoto
dongjitu
slot depo 10k
cantoto
cantoto
cantoto
slot depo 10k
slot depo 10k
togeldong
cantoto