El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, acusó hoy a la oposición de aplicar «un sistema preparado afuera de nuestro país para deslegitimar las elecciones de los argentinos», respaldó los comicios tucumanos en los que se impuso el candidato oficialista Luis Manzur y condenó la represión en la provincia.
«Este es el modus operandi que van a querer instalar en Argentina. Lo van a querer hacer con el Chaco. Tratan de deslegitimar las elecciones», señaló Fernández al apuntar contra la oposición.
El jefe de ministros afirmó que la oposición realiza una «profecía autocumplida» porque estuvo «toda la semana batiendo el parche que iban a pasar cosas» y luego denuncia «fraude».
«Es un programa orquestado fuera de nuestro país con alcahuetes pagos de nuestro país. Lo que hicieron dirigentes tucumanos de la oposición diciendo va a pasar y el único hecho denunciado lo hicieron sus militantes», aseguró el funcionario.
Sobre la quema de 42 urnas durante los comicios, indicó que «se detuvieron a los responsables» y que entre ellos hay «cuatro personas ligadas a la oposición».
«Es la profecía autocumplida, alguien que dice que va a pasar algo y lo provoca él mismo», subrayó el ministro coordinador, quien apuntó por esa estrategia a la oposición y a «una de las tantas agencias a las que les gusta participar de forma subrepticia» desde el exterior.
«Tratan de deslegitimar las elecciones, se comienza una semana antes batiendo el parche, después se va a elecciones, la gente se expresa normalmente y denuncian» irregularidades, puntualizó Aníbal.
Agregó que se trata de «un programa bien pensado para deslegitimar la elección» porque «hace días que vienen hablando de lo que va a suceder y que ellos mismos provocaron para que suceda», con «un montón de denuncias de fraude sin que nadie explique que por qué».
Fernández señaló que «el presidente de la Junta Electoral» tucumana, Antonio Gandur, «dijo que los comicios se desarrollaron normalmente».
Sobre los incidentes registrados anoche en la Plaza Independencia de la capital tucumana, el jefe de ministros señaló: «No sé lo que pasó en Tucumán, estaba durmiendo». Sin embargo, se encargó de aclarar su postura: «No estoy de acuerdo, condeno la represión». «No me satisface el tema de la represión ni acciones de esta características porque no son saludables», señaló.
Y en cuanto a la manifestación, advirtió que fue «promocionada» desde la oposición «batiendo el parche» sobre presuntas irregularidades, como parte de una acción para «deslegitimar las elecciones».
Para el funcionario, en el caso de Tucumán, el frente Acuerdo por el Bicentenario denuncia irregularidades «sobre ninguna base» y «en el caso específico que se mencionaba, de 42 urnas, estaban detenidos los responsables, son militantes de la oposición».
Además, aseguró que la Juta Electoral tucumana, a cargo del control de los comicios «estaba compuesta por gente que no era del oficialismo».
En forma paralela, Aníbal Fernández cuestionó el sistema electoral tucumano en el que «tienen doscientas mil colectoras», lo que consideró que confunde al elector y demora el escrutinio.
«Es un despropósito que este tipo de situaciones abran tanto el juego, porque dispersa el voto y hace una suerte de ley de lemas que genera una confusión mucho más grande en el pueblo que tiene que votar. No es saludable seguramente», remarcó.