El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, recogió el guante y le respondió al titular de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia el día después de los festejos junto a los campeones mundiales. “Me llamó enojadísimo, diciendo que lo habíamos traicionado y que ellos querían seguir con ese tema, mientras Messi, De Paul y Di María estaban en el helicóptero de la Policía Federal”, expresó Fernández en la puerta del Ministerio.
En la misma línea, aseguró que la coordinación del operativo de seguridad estuvo a cargo del gobierno nacional y negó la participación de su par de provincia, Sergio Berni, tras los elogios de Tapia. “Berni no organizó nada. Nosotros planificamos antes de ayer todo. Con el repaso invité a los ministros para que lo chequeáramos, pero la preparación es nuestra”, sentenció.
Además, reveló que desde Nación se rechazó la intención de pasar por el Obelisco debido a la cantidad de personas que se encontraban en los alrededores. “Fui yo a hablar con Tapia, a decirle que de ninguna manera íbamos a acompañar la ida al Obelisco, porque se iban a quedar a vivir”, planteó.
“Traté de explicar lo inexplicable, pero no entraba en razones. Nuestra vocación fue cuidar a los jugadores, cualquiera que quisiera acercarse podía traernos dolores de cabeza. En el lugar donde estaban parados, meterse en General Paz era impensado”, afirmó Fernández. Y continuó: “Lo que decidí, y me hago cargo, fue bajar en la Escuela de Cadetes y hacer el cambio a helicópteros. Cuando entendimos que no se podía avanzar, tomamos la decisión de poner los helicópteros para que puedan saludar a todo el pueblo y los llevamos a Ezeiza”.
Para el ministro el operativo de seguridad funcionó, dado que no se registraron “situaciones de violencia institucional, muertes, ni complicaciones de otras características”. “Estuvimos planificando durante todo el lunes para ver cómo se podía hacer. Buscamos la forma de seguir avanzando, pero las cosas se complicaron cada vez más porque era cada vez más gente”, reiteró.
Por último, contó que autoridades de la AFA le comentaron que el plantel campeón tenía ganas de sacarse la foto en el histórico balcón de Casa Rosada, pero que no pudo llevarse adelante por cuestiones prácticas, y descartó presiones del presidente Alberto Fernández.
“Varios nos hicieron llegar, inclusive de AFA, que querían ir, y que algunos de ellos cuando los llevábamos a Ezeiza decían que no descartaban volver a Casa de Gobierno”, concluyó el funcionario del entorno del mandatario.
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