Por: Mariano Espina / dataclave.com.ar
Aníbal Fernández conoce muy bien la función pública. Fue dos veces jefe de Gabinete. Ministro de Justicia, ministro de Producción y también Ministro del Interior. Además lo eligieron como intendente de Quilmes y también senador nacional. En 2015 perdió la elección a gobernador de la provincia de Buenos Aires ante María Eugenia Vidal y en 2019 fue candidato a concejal en Pinamar y su lista fue derrotada en la interna.
Actualmente es interventor de Yacimientos Carboníferos de Río Turbio (YCRT), y se menciona su nombre como posible reemplazante de Sergio Lanziani en la secretaría de Energía, pero él asegura “que el Presidente no le ofreció nada”.
En diálogo con Data Clave realizó un balance de los diversos temas de la agenda política de las últimas semanas. Desde Vicentin a la reforma judicial. De la inseguridad en la provincia de Buenos Aires al video viralizado que protagonizó Mario Ishii.
Sobre su relación con el presidente Alberto Fernández aseguró: “Tengo un amigo al que quiero mucho que hoy es Presidente. Y ese amigo es un cuadro de excepción que sabe de lo que está hablando”
Data Clave: ¿Qué opinión tiene respecto a la decisión del presidente de derogar el decreto que intervenía Vicentin?
Aníbal Fernández: Si el presidente decidió hacer eso, yo voy a acompañar la decisión del Presidente. Por ahí otro político te podría dar sus explicaciones más detalladas. Yo acompaño las políticas del Presidente. No voy a ser tan hipócrita de callar las cosas que dije en algún momento. Sigo creyendo que la situación de Vicentín es la cabeza de una banda de estafadores. En un país de otras características Nardelli tenía que estar preso por estafador. Estamos hablando de una empresa que debe 99 mil millones de mangos. Donde le robó, porque el Estado le fue dando -por anuencia y vocación del ex presidente, el mamerto que no sirve para otra cosa que para lo ligado a la corrupción- dinero hasta dos días antes que entraran en convocatoria. Una vergüenza que se puede ver y apreciar inclusive con lo que ellos mismos se fueron desprendiendo de su patrimonio. Mi visión es negativa por donde la mires. Además porque hoy no tiene respuesta ni soluciones.
D.C: ¿Cree que el Gobierno pagó un costo político alto con esta medida?
A.F: No soy de los que le preocupan los costos políticos. Cuando uno tiene que ejercer la conducción de un país tiene que pensar con seriedad hasta donde está dispuesto a llegar. Tengo un amigo al que quiero mucho que hoy es Presidente. Y ese amigo es un cuadro de excepción que sabe de lo que está hablando. Cuando quiso hacer esto lo que quiso hacer es defender una empresa que inexorablemente va a ir a quiebra. Inexorablemente la Argentina se queda sin una empresa importante de cereales y oleaginosas que podría haber sido conducido por capitales nacionales y lo que quede por empresas extranjeras y que dejaron un tendal entre ellos de más de 200 millones de dólares de los chacareros que le fueron dando capacidad para ese acopio. Con lo cual la discusión para mi está terminada. Si el Presidente la resolvió, ellos la están resolviendo de la forma que les toque resolver, van a tener que pagar de la forma que sea la plata de los argentinos que estaba en el Banco Nación. Va a terminar con una quiebra fraudulenta hecha y derecha.
D.C: ¿Cuáles son sus expectativas respecto a avanzar con la reforma judicial?
A.F: El primer tema y el más importante en esto es que la propia Constitución habla de la necesidad de independencia e imparcialidad del que juzga. Y Argentina ha adherido a un montón de tratados internacionales con rango constitucional que hablan precisamente de eso. En estas condiciones en la que nos encontramos, es decir, con un sistema inquisitivo, en el que el juez investiga y después juzga, no se da esa independencia y esa imparcialidad, claramente. Con este sistema que están proponiendo, garantiza que los fiscales investiguen y garantiza que el juez juzgue, y ahí sí se puede dar esa independencia y esa imparcialidad. Lo otro es tratar de encontrar una alternativa que garantice una licuación del poder de doce juzgados muy criticados y que tendrían que dividir las fuerzas de forma tal que uno podría apreciar que se resuelvan con más celeridad, rapidez y contundencias en términos de beneficios para los justiciables. Me parece que es muy positivo.
D.C: Otro tema es una posible reforma en la corte. ¿Usted cree que debe modificarse la composición?
A.F: La Constitución no dice que no se pueda ampliar. Muy por lo contrario dice que se puede ampliar con una ley y con mayoría simple. Le ha reservado desde 1853 esa facultad al poder político. No veo nada que lo impida. Creo que se hace difícil que cinco jueces puedan analizar la totalidad de los temas, es difícil. Me da la sensación que tiene que buscarse una alternativa.
D.C: ¿Cómo vio la posición de Juntos por el Cambio en este debate?
A.F: Están plagados de cosas que son politiqueras. Ligadas al pensamiento del propio mamerto que tuvieron de Presidente. Un señor que no es honesto, un señor que nunca gastó un peso bien habido por qué va a mirar las cosas de otra manera.
D.C: Usted reclamó hace algunos días a los ministros que “pidan la pelota, que ayuden un poco al Presidente” en el tema de la comunicación. ¿Cree que cambió la situación?
A.F: Primero, es una apreciación personal, no estoy buscando respuestas. Segundo, como no estoy buscando respuestas, los resultados que busco no son lo que yo quiero. Yo planteé que si se hicieran las cosas de otra forma, le garantizarían al Presidente un esfuerzo menos sacrificable. Creo que hay muchos ministros que están trabajando y participando y ese resultado es el que me satisface.
D.C: Este martes vence el plazo de reestructuración de la deuda. ¿Qué opinión tiene sobre este período de negociación?
A.F: La tarea del Presidente y de su ministro (Martín Guzmán) a quien no conozco, me ha parecido excelente. Ellos tienen una responsabilidad muy grande que es la de ordenar de la mejor manera el nuevo esquema de vencimientos, garantizando que puedan cumplir con ello y que no pongan al pueblo argentino ha parir. Creo que todo lo que pudieron hacer lo hicieron. Del otro lado tenemos señores que compraron papeles argentinos sabiendo que la situación era absolutamente complicada para después poder litigar. Las reglas del juego son las que se ven, nada de volverse loco. No puede salir el Presidente saliendo a buscar conclusiones que ellos no quieren encontrar. Porque han demostrado hasta este momento que cada vez que se ha pretendido alguna cosa han corrido el arco en forma intermitente. El Presidente tiene que seguir pensando la mejor forma que pueda encontrar para concluir con la situación de la deuda pero que no termine otra vez a los argentinos a parir.
D.C: El fin de semana se produjo una situación particular, que fueron las críticas de la vicepresidenta y de distintos sectores del Frente de Todos (el entrevistado interrumpe la pregunta que era en referencia a las denuncias por represión en las marchas del sábado que reclamaban por la aparición con vida de Facundo Castro).
A.F: Y que todos estamos de acuerdo de que es así. No puede ser que cuando se van a manifestar los anti cuarentena -que no paran de decir estupideces- no tienen policía y cuando se manifiestan por Maldonado o por el chiquito Facundo te reprimen. Basta por Dios, hay que alzar la voz cuantas veces sea necesario.
D.C: ¿Responsabiliza en esto al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta?
A.F: Responsabilizo al que sea. ¿Quién es el que conduce las fuerzas? No me digan que es un comisario, diganme quién es el civil que se responsabiliza por esta situación y terminemos con esta farsa.
D.C: Se ha vivido en las últimas semanas un aumento en los casos de inseguridad en el Gran Buenos Aires. ¿Le preocupan?
A.F: Nunca puede dejar de preocuparte la responsabilidad en términos de la seguridad de la población. Si bien Durkheim hace 120 años que viene diciendo que no va a ver nunca un país sin delito, seamos conscientes en que la situación no es la ideal. No soy de los que acepta que la pobreza genera delincuencia pero la falta de previsibilidad o de visibilidad de futuro claro puede generar delincuencia. Entonces tenemos que estar preparados para trabajar en ese sentido. Creo que se está haciendo, tanto la provincia como la Ciudad como Nación están trabajando en eso para que el impacto sea controlado y ordenado.
¿Qué opinión tiene sobre el perfil y la gestión del ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni?
A.F: No calificó ministros. Es un amigo mio, me comprende la general de la ley. Creo que es un gran ministro y que hace muy bien las cosas. ¿Hay muchas cosas para hacer? Y sí, claro que hay muchas cosas para hacer.
D.C: ¿Qué reflexión hace del episodio que protagonizó el intendente de José C. Paz, Mario Ishii?
A.F: Las expresiones no me dicen nada a mi. Quieren sacar de una expresión determinada una conclusión. Y no creo que tenga conclusiones. Lo que yo vi es un intendente bien puesto, bien parado, que se plantó ante los choferes a marcarles la cancha, y a decirles que primero tenía la responsabilidad de todos aquellos que tienen covid y resolver el tema y que para ello no se tenía que tardar tanto tiempo. Está hablando de la salud y de la protección de sus habitantes. Lo otro es una expresión que la quisieron manipular de la mejor manera que podían y bueno, son las reglas del juego. Sigo creyendo que hay que ser muy guapo para estar frente a una intendencia con complicaciones severas como José C Paz -quizá una de las más pobres de la Provincia-, de un hombre que se anima a plantarse contra los choferes y le marca los puntos de cómo se necesita que se trabaje en defensa de los intereses de su gente. Fui intendente a los 34 años, verlo a Ishii plantarse frente a los choferes y marcar la cancha me pareció absolutamente inteligente, respetuoso y corajudo. La expresión bueno, que la juzguen, me tiene sin cuidado, seguramente él no debe estar muy preocupado por eso.
D.C: Hace unas semanas se mencionó las posibilidad de que usted asuma en la (el entrevistado interrumpe, la pregunta hacía referencia a los rumores que ponían a Aníbal Fernández como próximo secretario de Energía).
A.F: Si pero el Presidente a mi no me ofreció nada
D.C: ¿Le interesaría?
A.F: ¿Cómo voy a contestarte eso? El Presidente a mi no me ofreció nada. Ahí termina. No hay remate, como dicen ustedes.
D.C: ¿El sector energético es un sector que usted conoce o le interesa?
A.F: No me ofreció nada.
D.C: ¿Qué opina del conflicto que surgió entre los intendentes de la tercera sección electoral y Edesur, en la cual denuncian falta de inversión y déficits en el servicio?
A.F: No puede haber un solo habitante del Conurbano, servido por esta empresa u otra, que no esté atendido adecuadamente y que cumpla con todos los objetivos. Todo los aumentos de tarifas posibles los tuvieron, y las ventajas y ganancias que pudieron haber obtenido las tuvieron. Tienen que cumplir con el deber de garantizar los servicios a la población de la Provincia en cualquiera de las condiciones, sea la empresa que sea.