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Ante cada aparición de un nuevo talento, vuelve la eterna comparación con el legendario Jonah Lomu

El pasado fin de semana irrumpió en la escena mundial Caleb Clarke con la camiseta de los All Blacks. En su primer partido como titular se fue ovacionado por los más de 40.000 espectadores que colmaron el Eden Park de Auckland sobre Australia. Y las comparaciones no tardaron en llegar

Suena a costumbre argentina ante la aparición de un nuevo talento compararlo con alguna figura del pasado. Sucedió con Lionel Messi y la eterna referencia a Diego Maradona, esa incansable necesidad de cotejar entre dos individuos completamente diferentes. El fin de semana, tuvo su gran aparición internacional Caleb Clarke de 21 años, y el rugby en Nueva Zelanda, tiene la misma importancia nacional que el fútbol en Argentina, y las comparaciones con el legendario Jonah Lomu, no tardaron en aparecer. Así como en tierras albicelestes se les ha colocado esa mochila con toneladas de expectativas a muchos jugadores jóvenes, en tierras maoríes hay una lista bastante extensa sobre rugbiers que no pudieron –por distintos motivos- lograr ubicarse en el pedestal que el wing que causo sensación en la década de los noventa.

Por otro lado, genera felicidad en todos que surjan nuevos talentos, y que esos jóvenes puedan expresarse de la mejor forma dentro de un campo de juego, sea en el seleccionado que sea, no importa la nacionalidad, porque con la globalización, esos apariciones generan que chicos de todas las latitudes terminen jugando al rugby.

Para Caleb Clarke, que había debutado en los All Blacks y de buena forma en el primer duelo ante Australia en Wellington, el domingo jugó como titular –su primera vez- ante el mismo rival, en un estadio que puede considerarse su segunda casa, el Eden Park de Auckland, siendo jugador de Blues y además con el agregado que su padre Eroni, es ídolo en dicha ciudad y la misma franquicia, además de haber jugado en los All Blacks en la década del 90.

Caleb junto a su padre Eroni (ex All Black) tras el triunfo sobre Australia.

Tuvo un debut soñado, mucha participación, y en esas intervenciones marcó diferencias, la mejor frase para definirlo sería: “imparable”. Clarke apiló australianos que no podían frenarlo y en el mismo estadio en el que brillo Lomu, las comparaciones no tardaron en llegar. Los números del debut son magníficos: 123 metros ganados en ocho acarreos y diez tackles.

“Es un individuo poco complicado. Tiene conciencia de quién es y sabe en lo que es bueno en el rugby, y cree en eso. Caleb, sólo quiere la pelota y correr, y es muy bueno para nosotros darle la pelota y dejarlo correr. Él aceptó el desafío desde el banco, y ahora le tocó desde el prinicipio. Todo el equipo se va a ver beneficiado si él corre. Y hace lo que ama hacer. Eso es lo que deberíamos hacer todos. Caleb y su familia deberían estar muy orgullosos de este día”, así lo definió Ian Foster, head coach de los All Blacks al joven Caleb que se fue ovacionado por las más de 40000 personas que colmaron el Eden Park. “¡Fue impresionante! En el momento sólo quería saltar y aplaudirlos a todos, pero comencé a acalambrarme, entonces tuve que caminar (risas). Pero la verdad es que estuvo muy bien”, expresó Caleb, sobre el momento cuando fue reemplazado y todo el estadio se paro para ovacionarlo.

Si por comparar similitudes con Lomu, el mejor ejemplo es Julian Savea, el wing que deslumbró en el Mundial Juvenil M20 realizado en Rosario en 2010, fue elegido el mejor jugador del certamen, 8 tries en tres encuentros a pura potencia, que hicieron recordar con Lomu. Julian Savea, también tuvo su debut soñado en 2012, con la camiseta de los All Blacks a los 21 años, porque además de jugar por primera vez, alcanzó un récord, marcarle tres tries a Irlanda y fue el cuarto All Black es apoyar un hat-trick en el debut.

Savea fue imparable durante sus cinco años en los All Blacks, sumando 54 partidos y apoyando 46 tries, es el más prolífico de la historia. Además, en el Mundial de 2015 apoyó ocho tries, siendo el tryman de su equipo que logró el Bicampeonato. Pero en su nivel fue bajando, y dejo de ser tenido en cuenta, emigró a Toulon, dónde nunca pudo demostrar su talento, regresó en 2020 a Hurricanes.

Ejemplos sobran, el tiempo dirá si Caleb, es el sucesor de Jonah Lomu. Por lo pronto, hay que disfrutar del talento del joven wing, y esperar que tenga la contención necesaria para manejar la presión, no sólo de jugar en los All Blacks, sino de ser comparado con una verdadera leyenda mundial del rugby.

Leyendas de los All Blacks

El prestigioso sitio web de Nueva Zelanda Stuff recopila lo siguiente de grandes wingers: Varios extremos que irrumpieron en la escena internacional forjaron carreras estelares en los All Black: John Kirwan jugó su primer test a los 19 años y estuvo 10 años en el seleccionado neozelandés, anotando 35 tries; Jeff Wilson anotó tres tries en su debut un día antes de cumplir 20 años, anotó 41 tries en ocho temporadas; Joe Rokocoko, aterrizó 46 veces en tests matches durante siete años después de su primer partido internacional, ocho días después de su vigésimo cumpleaños y Doug Howlett sigue siendo el tryman más prolífico de Nueva Zelanda con 49 en 62 pruebas después de debutar a los 21 años.

Estrellas muy jóvenes

La lista de wingers que tuvieron un buen debut pero no soportaron la mochila: Regan King, debuto a los 22 años con un try en 2002 pero nunca más pudo volver a jugar con los hombres de negro; Nehe Milner-Skudder, debuto a los 24 años en 2015 y apoyó ese día dos tries, fue campeón del Mundo en 2015, pero por diferentes lesiones y haberse ido a jugar sin éxito a Europa no tuvo continuidad en los All Blacks, desde 2015 a la actualidad acumula 13 tests; Zac Guildford, fue figura en los Mundiales Juveniles en 2007 y 2008, su debut fue en 2009 hasta 2012, jugó 9 tests, integro el plantel campeón Mundial en 2011, por problemas por abuso de alcohol, fueron erosionando su prometedora carrera.