El politólogo Oscar Oszlak será reconocido como «Investigador de la Nación Argentina», se anunció este lunes a través de una resolución publicada en el Boletín Oficial en la que también se informó que los investigadores Iván Angiono, Paula Messina, Diego Croci y María Cecilia Abdo Férez fueron distinguidos con el Premio Houssay 2023. Por su parte, Silvia Goyanes, Miguel Blesa, Marcelo Aizen y Oscar Oszlak recibieron el Premio Houssay Trayectoria 2023, y Miguel Laborde, el Premio Sábato 2023.
Oscar Oszlak es uno de los politólogos e intelectuales argentinos más destacados de América Latina, con una enorme repercusión internacional en el campo de los estudios sobre «Estado, administración y políticas públicas«.
«Su trabajo durante décadas combinó las diferentes prácticas profesionales de su especialidad que van desde la propia gestión pública, la consultoría a nivel provincial, nacional e internacional, como una amplia docencia de grado y posgrado», detallaron en referencia a lo realizado por Oszlak en 2021, cuando recibió el Premio «Transition and Developing Economies Award», otorgado por la International Public Policy Association.
Oszlak fue designado Subsecretario de la Función Pública al retorno de la democracia en 1983, y tuvo a su cargo al Instituto Nacional de la Administración Pública (INAP). También fue presidente de la Sociedad Argentina de Análisis Político (SAAP) y bajo su mandato en 1991 se realizó en el país el congreso internacional de la disciplina organizado por la International Political Science Association (IPSA). Fundó junto a otros colegas el Centro de Estudios sobre Estado y Sociedad (CEDES) donde actualmente, a sus 83 años, es investigador. Y creó y dirigió la Maestría en Administración Pública de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Su libro «La Formación del Estado Argentino», que cuenta con varias ediciones, es considerado una de las obras más destacadas de la ciencia política argentina.
Entre sus más recientes publicaciones se encuentran «El Estado en la Era Exponencial»; «Desafíos de la Administración Pública en el contexto de la Revolución 4.0. Buenos Aires»; «La Trama oculta del poder: reforma agraria y comportamiento político de los terratenientes chilenos, 1958-1973»; y «Merecer la Ciudad: los pobres y el derecho al espacio urbano», entre otras.
El particular momento histórico de la Argentina
«Estamos en una encrucijada muy particular de la historia política argentina», consideró el experto sobre la situación actual del país. «Hay ciertas semejanzas –del presidente electo, Javier Milei– con algún gobierno del pasado, como puede ser el caso de Carlos Menem, por la singularidad del personaje que ha llegado a la Presidencia, por ciertos rituales, ciertos mensajes, pero no sabemos cuál es el Milei que va a estar gobernando. Es muy difícil poder adelantar absolutamente nada sobre el tipo de medidas que se va a tomar», refirió con cautela ante los vaivenes de la transición. «La singularidad es que estamos frente a un cambio importante de régimen político», resumió.
Privatizar es bueno, ¿de dónde sale, cuáles son las pruebas?
Consultado sobre el plan de privatizaciones que manifestó el presidente electo y su difundida frase de que «todo lo que pueda estar en manos del sector privado va a estar en manos del sector privado», Oszlak enfatizó su desacuerdo.
«Conozco bien la experiencia de muchos países del mundo, incluso la experiencia norteamericana, ellos también siempre se escudan en que «lo privado es lo que realmente vale», o que tiene mayor posibilidades de funcionar con eficacia o eficiencia, pero eso no es cierto», desmintió. Y, al respecto, precisó que «el Estado norteamericano vive sobre la base de empresas privadas que trabajan exclusivamente al servicio del Gobierno federal norteamericano y tiene dos millones de funcionarios y unos diez millones de personas que trabajan además para el aparato federal«.
«No hay ninguna justificación, ni hay estudios definitivos que establezcan que el sector privado es más eficiente que el Estado», remarcó el especialista contra los eslóganes en boga. Además, dijo que «la gran Argentina a la que se refiere Milei, de fines del siglo pasado, se hizo justamente a raíz del Estado y no del sector privado«.
Sobre el impacto que pueden provocar estas políticas privatizadoras en caso de implementarse, recomendó «mirar la experiencia privatizadora argentina, desreguladora del Estado de los años ’90, que condujo a una crisis terminal del país«.
«Esa experiencia debería ser válida para enseñarnos qué es lo que se debe y no se debe hacer«, subrayó.
El problema del Estado: deformidad más que hipertrofia
Entre los mayores aportes al sistema científico nacional, Oszlak detenta la creación de categorías analíticas sobre el campo de las ciencias sociales, particularmente de Ciencias Políticas, interpretaciones de los procesos históricos y el análisis de políticas públicas.
En ese aspecto, señaló «el mayor problema del Estado argentino es su deformidad más que su hipertrofia«, y dijo que «hay una especie de síndromes de sobrantes y faltantes«, porque «hemos tenido gobiernos de diferentes signos políticos, dictaduras militares, gobiernos democráticos y, cada gobierno se casa con una burocracia y genera hijos institucionales, que son hijos directos durante el período de gobierno, pero nunca desaparecen del todo y entonces se van generando residuos institucionales y la burocracia termina convirtiéndose en un gran cementerio de proyectos políticos«.
En cuanto a los puestos sobrantes, precisó que «generalmente son de baja calidad», y los puestos faltantes, «son puestos de calidad y de responsabilidad«.
«Es muy importante producir la redistribución interna. Además hay puestos que corresponden a trabajadores que tienen la misma calificación, la misma experiencia y ganan salarios diametralmente diferentes, de manera que hay una enorme deformidad, en varios sentidos«, puntualizó.
Por último, consideró que hay que «tomar en serio» a la administración pública y «estudiarla en profundidad», porque «nunca se ha hecho esa tarea de planificación de lo que debe hacerse con el Estado. Siempre ha sido un terreno de improvisación y debemos terminar de una vez por todas con la improvisación. No hay una evaluación de la gestión pública y no hay planificación de lo que debe hacerse. Hay que incorporar esas dos dimensiones temporales que son significativas y no tener un presente continuo», concluyó.
Los premios
El galardón que recibirá este año de «Investigador de la Nación Argentina» es otorgado por el Poder Ejecutivo Nacional que elige entre aquellos que reciben el Premio Houssay Trayectoria y se le otorgan 5.200.000 de pesos.
Además, en la resolución 844/2023 del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación publicado este lunes en el Boletín Oficial se anunciaron los premios Houssay, Houssay Trayectoria y Sábato.
El Premio Houssay es un reconocimiento a quienes hayan desarrollado la mayor parte de su actividad científica en el país y a investigadores que no hayan cumplido los 45 años al 1 de enero y a investigadoras que no hayan cumplido los 48 años antes de la misma fecha.
Para este año, los galardonados fueron Iván Angiono, en el área de la Física, Matemáticas, Ciencias de la Computación y Astronomía; Paula Messina, en el área de la Química No Biológica, Ciencias de la Tierra, Agua y Atmósfera; Diego Croci, en Ciencias Biológicas y Bioquímica; y María Cecilia Abdo Férez, en el campo de las Ciencias Sociales.
En el caso de Premio Houssay Trayectoria, también se reconocerá a quienes hayan desarrollado la mayor parte de su actividad científica en el país, pero se modifica la franja etaria y son premiados aquellos que cuenten con al menos 45 años al 1 de enero de 2023; y a investigadoras que cuenten con al menos 48 años al 1 de enero de 2023.
En esta edición el reconocimiento fue para Silvia Goyanes, por el campo de la Física, Matemáticas, Ciencias de la Computación y Astronomía; Miguel Blesa, en el área de Química No Biológica, Ciencias de la Tierra, Agua y Atmósfera; Marcelo Aizen, en Ciencias Biológicas y Bioquímica y Oscar Oszlak, en las Ciencias Sociales.
En el Premio Sábato participan en la categoría investigadores e investigadoras, sin distinción de edad, «que cuenten con un historial sobresaliente en transferencias y desarrollos tecnológicos con impacto económico-productivo en sectores críticos para el desarrollo económico y social del país».
Para esto, se seleccionará una persona finalista por cada área de conocimiento y de éstos se elige al ganador o la ganadora, que en este caso fue Miguel Laborde, del campo de la Química No Biológica, Ciencias de la Tierra, Agua y Atmósfera.
Además, entre las personas ganadoras de los Premios Houssay Trayectoria, el Poder Ejecutivo Nacional designa al/a Investigador/a de la Nación Argentina, quien recibe como galardón una medalla de oro y $ 5.200.000 (cinco millones doscientos mil pesos), que en esta edición fue para Oscar Oszlak.