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«Ante el extranjero que viene para delinquir, el Estado tiene que actuar»

El jefe de Gabinete defendió la expulsión de quienes cometan ilícitos, prevista en la reforma del Código Procesal. "Es necesario diferenciar a las personas de bien y de trabajo, de los que vienen a delinquir", lanzó.

El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, defendió la expulsión de extranjeros que cometan ilícitos, contemplada en la reforma del Código Procesal Penal, al considerar que «ante el que viene a delinquir, el Estado tiene que actuar».

En su habitual conferencia de prensa desde Casa Rosada, el funcionario fue consultado acerca de las declaraciones del secretario de Seguridad, Sergio Berni, quien ayer dijo que el país está «infectado de delincuentes extranjeros». Al respecto, Capitanich consideró que «él pone mucho énfasis en el análisis caso por caso (…) es ejecutor de políticas públicas, pero no es legislador ni juez».

«No se trata de pregonar la xenofobia, la Constitución establece que la Argentina tiene los brazos abiertos a los extranjeros», expresó el ministro coordinador, pero afirmó que «es necesario diferenciar a los extranjeros que son personas de bien y de trabajo, de los que vienen a delinquir». «Ante el que viene a delinquir el Estado tiene que actuar», remató.

Ayer, Berni condenó el ataque contra el fiscal federal Carlos Stornelli, por el cual fueron detenidos siete colombianos, y señaló que el país está «infectado de delincuentes extranjeros», una postura que fue avalada por su homónimo de la Provincia de Buenos Aires, Alejandro Granados.

«Esto ha tomado estado público porque se trató de la figura de un fiscal de la Nación. Pero puedo asegurar que esto es lo que pasa todos los días y es una muestra más que significativa de lo que venimos sosteniendo desde hace más de tres años: que estamos infectados de delincuentes extranjeros», dijo el funcionario nacional.

En una entrevista que le concedió a la radio Vorterix, Berni señaló que estas personas «vienen a la Argentina a delinquir, amparados por la laxitud judicial, y generan delitos que por su tipificación son excarcelables rápidamente y, cuando recuperan la libertad, no van a la iglesia a pedir disculpas, sino que nuevamente salen a la calle a delinquir».

«Ayer (lunes) arrancamos la semana con siete detenidos. Es una organización, como dicen los testigos, que integraban por lo menos doce personas. Pero esto pasa todos los días. Es una muestra más que significativa de la realidad de la ciudad de Buenos Aires», aseveró Berni.

El funcionario nacional insistió de esta manera con la necesidad de reformar el Código Procesal Penal, con el fin de deportar a los extranjeros que cometan delitos menores, un debate que empezará este martes en el Senado.

Al respecto, admitió que «es verdad» que si el delincuente extranjero es deportado no será juzgado, pero señaló que «en los hechos tampoco se los juzga» estando en el país.

«Al ingresar al país se ingresa con visa de turista. Hasta donde yo sé, la delincuencia no forma parte de la actividad turística. Estas son todas las cosas que tenemos que rever», planteó el viceministro de Seguridad.

Sobre el proyecto de ley que presentó la Casa Rosada, en uno de cuyos puntos establece la expulsión del país a los extranjeros descubiertos en flagrante delito y con una pena de prisión que no supere los tres años, dijo que «será el juez el que determine si está cometiendo un delito o no».

«Comete hurto, robo, tentativa de robo, tentativa de hurto, resistencia a la autoridad, que son delitos a los que nos tienen acostumbrados, y una vez que son detenidos y son identificados rápidamente son puestos en libertad, porque así la ley lo exige, porque uno no pretende que una persona que intentó hurtar está toda la vida presa. Pero el proceso (de juzgamiento y condena) nunca llega», se lamentó Berni.

Subrayó al respecto que no conoce a ninguna persona «que haya sido procesada y sentenciada por haber intentado robar un reloj o una billetera, o por haber pinchado una rueda o haberle roto el vidrio a una mujer en la esquina de un semáforo para robarle la cartera».

«Fui a la Cámara del Crimen, hablé con su presidenta (María Laura Garrigós de Rébori), que es la máxima autoridad en cuestiones penales en la Ciudad de Buenos Aires, y ellos reconocen que el 85% de los detenidos en el distrito por delitos menores no llegan nunca a juicio», aseveró.

Dijo que «si la policía arriesga su vida, (los delincuentes extranjeros) van detenidos y por la reglamentación vigente salen en libertad en cinco minutos, esperando un juicio que nunca va a llegar, por lo menos que lo esperen en otro lado».

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