Hace tiempo que Antonio Davis es uno de los goleadores más imponentes del básquet rosarino. Desde que llegó de la mano de Marcelo Gallegos se hizo un pilar de Talleres de Arroyo Seco que año tras año ganó protagonismo en el certamen local hasta incluso llegar a clasificar a la Liga Federal. En esta temporada la apuesta del elenco que conduce Albano Bettinsoli es más austera, pero con la capacidad goleadora del estadounidense redondea buenas tareas. Sus 43 puntos con 27 rebotes ante Echesortu lo pusieron el domingo otra vez en el radar. Y vale la pena recordar junto a él el momento y su pasado en el club.
“Sin dudas fue uno de mis mejores partidos en mi carrera en Talleres. En esta temporada el equipo necesita más de mí porque son jóvenes con talento y en algunos casos a los que les faltan experiencia en esta categoría. Por eso tengo que predicar con el ejemplo de trabajo en el equipo para fortalecerlos con mi experiencia”, cuenta Antonio, siempre con la mejor onda y en un clarísimo español, apenas con el simpático tono tan típico del extranjero que se adapta al nuevo idioma. Claro, que para él no es nuevo, porque a sus 41 años buena parte de su vida transcurrió en América latina. “Ya hace siete años que estoy en Talleres y antes jugué en Chile, Ecuador, México, Bolivia, Perú, Uruguay y Colombia”, recorre su experiencia.
Este oriundo de Greenville, Mississippi, fue a la Universidad de Urbana, y ya siente a Talleres como su hogar del corazón: “Es como mi casa, me siento cómodo, estoy muy agradecido por todo. La gente me apoya deportivamente y en la vida cotidiana más que nunca. Gracias a el club por confiar en mí”.
Antonio es todo un personaje de la ciudad y del club, en el que da clases de Zumba, además de ser reconocido por los diferentes hinchas del club, en especial en los bares y restoranes a los que suele concurrir. “La gente en Arroyo Seco me tiene mucho cariño y lo agradezco”.
“Estoy orgulloso por todo lo que me inculcaron mis padres, cómo debo manejarme en vida. Soy esto gracias a ellos”, se emociona Davis, quien además en esta campaña es entrenador de formativas: “Tomé las categorías mini y Sub 13 de Talleres, porque es algo que me gusta, enseñar a los chicos cosas nuevas de este deporte para crecer, pero también la educación afuera del básquet”.
Antonio también aprovecha la charla para reconocer a quienes lo ayudaron en el camino. “Gracias a todos los entrenadores que tuve y también a los compañeros de toda mi carrera en este apasionante deporte”, relata, para luego referirse a los que etxraña por la distancia: “Mi familia que me apoya desde Estados Unidos y mi hija que lo hace desde Perú”.
Por último, Antonio Davis reafirmó el sueño que desde hace tiempo tiene en el básquet argentino y por diferentes razones no pudo cumplir: “Mantengo el deseo de jugar en otra categoría superior si se da esa oportunidad”.
Simpático, dispuesto, y claro, intratable en el rectángulo, Antonio Davis, el goleador de Talleres y de la fecha de Superliga.
