Llegó la lluvia y las altas temperaturas mermaron considerablemente. Al menos, ahora se puede respirar. Más allá de los equivocados pronósticos del Servicio meteorológico, que pronosticó tormentas para el domingo por la noche y máximas de 40 grados, lo cierto es que el horno se apagó. En tanto, los cortes de luz todavía persisten en algunos barrios rosarinos debido a los inconvenientes que sufre la Empresa Provincial de la Energía (EPE)con las líneas de media tensión, colapsadas durante la semana pasada por el alto consumo registrado.
Desde la EPE continúan trabajando para reestablecer el servicio y aseguran que serían alrededor de 20 los cortes en Rosario. En tanto, en Cajaradille y Necochea los vecinos estuvieron más de 10 horas sin luz y cuando regresó escucharon una fuerte explosión.