Las obras -hasta ahora desconocidas- incluyen nueve collages cubistas valorados en 40 millones de euros y fueron presentados por un electricista de la Costa Azul que buscaba obtener los certificados de autenticidad del hijo de Picasso y administrador de su herencia, Claude Picasso, reprodujo la agencia DPA.
El electricista Pierre Le Guennec, de 71 años, trabajó para Pablo Picasso durante los tres últimos años de vida del pintor, en los que se ocupó de instalarle un sistema de seguridad.
Las obras «encontradas» datan del primer tercio del siglo XX, una de las etapas más fructíferas en la creación del artista español (1881-1973).
Luego de reunirse con Le Guennec y comprobar la autenticidad de los lienzos, el heredero de Picasso presentó una denuncia por apropiación indebida ante la brigada especializada en obras de arte.
«Muchas de las obras no tienen fecha, y eso significa que nunca debieron salir del taller de mi padre», dijo Claude Picasso al periódico francés Libération.
Según afirma el heredero del pintor, a su padre no le gustaba separarse de sus obras y cuando regalaba alguna siempre la fechaba e incluía una dedicatoria.
«Sería muy raro que regalara de una sola vez tal cantidad de obras», dudó Claude Picasso, sin embargo, Le Guennec sostiene que las obras le fueron donadas por el propio artista.