Luciano Lucarelli, el joven de 23 años que se encontraba desaparecido desde el martes, se presentó anoche en el puesto policial ubicado en el cruce de la ruta 9 y la AO12, en Roldán. Presentaba buen estado de salud y afirmaba que había sido secuestrado. Sin embargo, efectivos policiales encontraron pruebas que los conducían a otra versión y el hombre desmintió lo que había dicho en primera instancia, indicando que se había ido por voluntad propia.
Según indicaron fuentes policiales, Lucarelli se constituyó en la dependencia alrededor de las 23 y manifestó que había sido víctima de un secuestro. Afirmaba que unos hombres lo habían privado de la libertad en barrio La Florida e introducido en un Renault Clío golpeándolo en la cabeza y generándole pérdida de conocimiento. Además, dijo que lo habían llevado a un lugar oscuro y quemado con cigarrillos, heridas que constataron los médicos.
Sin embargo, minutos después de la aparición del joven personal policial halló en cercanías de la intersección de rutas una motocicleta junto a la que se encontraba un estuche con anillos de oro. Al volver a entrevistarlo y contando con versiones de testigos que decían haberlo visto en dicho vehículo por la zona, Lucarelli desmintió su primer testimonio y dijo que se fue por voluntad propia.
Las alhajas encontradas junto a la moto pertenecen a Lidia, la mamá del joven, quien las reconoció. Aparentemente, Luciano Lucarelli se había llevado las pertenencias de su madre, abandonado la camioneta en la que salió de su casa en boulevard Rondeau al 4300 y comprado la moto que después abandonó.
Voceros policiales informaron que, al retractarse, Lucarelli había manifestado que “por problemas psicológicos” se retiró de su casa el martes 27, deambuló por la ciudad y tras adquirir la motocicleta, abandonó su camioneta, que fue hallada el miércoles. Posteriormente habría viajado a Santa Fe y regresado ayer por la noche.