Una persona anónima dejó parte del famoso collar robado que usó Moria Casán en una sede judicial, en un caso que aún la tiene como sospechosa, según una versión. Las joyas aparecieron en el juzgado de la localidad paraguaya de Luque, en la secretaría del juez Alberto Benítez, publicó ayer el sitio de noticias ABC de Paraguay.
Se supone que las joyas que estaban en un sobre de papel son las que pertenecen a la firma Armando Joyas, la misma que le reclama a Moria la aparición del collar valuado en 82 mil dólares, sustraído desde julio pasado.
Ahora, las fiscales Claudia Criscioni y Estefanía González necesitan la confirmación del joyero para saber si se trata o no de las joyas en disputa, aunque la prensa paraguaya lo daba por hecho y ABC citó a González como fuente de la confirmación. De todas maneras, el lunes próximo recién se conocerá el resultado oficial sobre si o no las joyas en cuestión.
Por este caso, Moria Casán, su ex manager Luciano Garbellano y Aldo Alexis Sotto fueron imputados por apropiación.
El miércoles pasado se conoció que el abogado de la artista, Matías Morla, tenía el dato de que las joyas habían sido “reducidas y convertidas en anillos en un pueblito en Paraguay”. El letrado explicó que hicieron una “investigación paralela para saber qué había pasado” y que pronto iría a quedar todo resuelto. Otras versiones hablaron de un acuerdo de Moria con el joyero paraguayo Armando Benítez para quedar desligada de la causa.