El Instituto de Conservación de Ballenas (ICB) confirmó el hallazgo de un séptimo ejemplar muerto en aguas del Golfo Nuevo, en cercanías de Puerto Pirámides y, hasta el momento, fallecieron seis adultas hembras y un individuo sub adulto macho.
El equipo del ICB, a través del Programa de Monitoreo Sanitario Ballena Franca Austral (PMSBFA), se encuentra trabajando en las necropsias de las ballenas francas australes y colaborando con otras instituciones y especialistas de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, el CENPAT y el Laboratorio Provincial de Salud Ambiental, para establecer las causas de las muertes.
El objetivo más urgente es realizar los estudios post-mortem (necropsias) de las ballenas encontradas, recolectar y analizar muestras de agua y bivalvos para determinar la presencia de biotoxinas por floraciones algales nocivas (comúnmente llamadas marea roja), que es una de las hipótesis que están siendo evaluadas en relación a la muerte de las ballenas.
“Ninguna de las ballenas evaluadas hasta el momento presentó evidencia de lesiones traumáticas ni enmallamientos, y todas se encontraron con muy buen estado nutricional, con evidencia de contenido intestinal en algunos ejemplares, indicando su alimentación reciente dentro del golfo”, señaló, Agustina Donini, Coordinadora de Campo del Programa de Monitoreo Sanitario Ballena Franca Austral (PMSBFA).
Por su parte, el Dr. Mariano Sironi, Director Científico del ICB, resaltó :“Durante 2021, del total de 45 ballenas francas muertas en las costas de Península Valdés registramos 7 juveniles y 13 adultos. En contexto, si bien el número de ballenas adultas muertas de esta temporada aún es menor al de la temporada pasada, es preocupante que las muertes se hayan registrado en un período de tiempo tan corto”.
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