La Cámara Federal de Casación Penal resolvió este lunes el apartamiento de la jueza que tenía a su cargo la investigación por la desaparición y muerte de Facundo Astudillo Castro, el joven de 19 años cuyo cadáver fue hallado en un estuario de la localidad bonaerense de General Cerri en agosto del año pasado.
Fuentes judiciales informaron que la decisión fue adoptada por la sala I de Casación, que resolvió aceptar el pedido de los fiscales Horacio Azzolin, Iara Silvestre y Andrés Heim y de los abogados que representan a la madre de Facundo, quienes habían recusado a la jueza federal 2 de Bahía Blanca, María Gabriela Marrón, por «la parcialidad demostrada en su actuación».
Con esta decisión, el expediente por la desaparición y muerte de Facundo deberá ser remitido a un nuevo magistrado, por lo que es probable que quien quede a cargo de la investigación sea el otro juez federal de Bahía Blanca, Walter Ezequiel López Da Silva.
«Sacamos a la maldita jueza y vamos por Justicia. Hoy mis lágrimas son de esperanza y de Justicia», expresó Cristina Castro, la madre de Facundo, en su estado de Whatsapp, donde además publicó una foto de su hijo sonriendo y tocando un redoblante.
En un fallo de 45 fojas, los camaristas Daniel Antonio Petrone, Ana María Figueroa y Diego G. Barroetaveña resolvieron apartar a la jueza Marrón, quien era duramente cuestionada por los fiscales y por la querella, representada por los abogados Luciano Peretto y Leandro Aparicio.
Al momento de fundamentar su pedido, los fiscales habían asegurado que mantener al frente del expediente a la jueza Marrón «era una sentencia definitiva dado que su continuidad sellará el futuro de la presente instrucción en razón de la parcialidad demostrada en su actuación; circunstancia que […] resulta un gravamen de imposible, insuficiente, inconveniente y tardía reparación ulterior”.
El pedido de los fiscales había tenido un dictamen favorable por parte del fiscal general ante la Cámara de Casación Javier De Luca, quien también había considerado que la magistrada “no practicó ninguna medida conducente” e incorporó a la causa “elementos que en lugar de esclarecer, entorpecen la búsqueda de la verdad real”.
La recusación había sido rechazada en marzo pasado por la Cámara Federal y en abril la Cámara de Apelaciones denegó la apelación presentada por los representantes del Ministerio Público Fiscal frente a esa decisión.
A raíz de ello, Azzolin y Heim interpusieron un recurso de queja ante la Sala I del Tribunal de Alzada, y en ese marco intervino De Luca, fiscal general y titular de la fiscalía 4 ante la Cámara de Casación Penal.
«La descripción de las circunstancias del caso en estudio no deja lugar a dudas respecto de que la jueza de la causa ya tiene una posición tomada (un prejuicio) sobre cómo se sucedieron los acontecimientos que derivaron en la muerte del joven Astudillo, lo cual es totalmente incompatible con la actitud y apertura mental que debe adoptar cualquier magistrado en la etapa de investigación o averiguación de un posible crimen», manifestó en su dictamen el fiscal De Luca.
En ese sentido, el fiscal señaló que la magistrada “no practicó ninguna medida conducente, denegó las propuestas por la fiscalía, hizo perder un tiempo precioso a la pesquisa (´el tiempo que pasa es la verdad que huye´) e incorporó elementos que en lugar de esclarecer, entorpecen la búsqueda de la verdad real”.
Luego, agregó que “sus decisiones terminaron produciendo obstáculos y desvíos de la investigación hacia un único rumbo, el de su hipótesis».
Facundo Astudillo Castro (20) fue visto por última vez el 30 de abril del año pasado cuando salió de su casa de la ciudad bonaerense de Pedro Luro rumbo a Bahía Blanca para ver a su novia.
Tras ser interceptado por la Policía por violar el aislamiento social preventivo y obligatorio (ASPO), nada más se supo de él hasta el 15 de agosto del 2020, cuando sus restos fueron hallados en un cangrejal de la localidad bonaerense de General Cerri.
La autopsia realizada por expertos del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) determinó que el joven murió como consecuencia de una «asfixia por sumersión».
Desde un primer momento, la madre de Facundo mantiene sus sospechas de que la policía bonaerense tiene responsabilidad en la desaparición y muerte de su hijo, y hasta pidieron en reiteradas oportunidades -sin éxito- la detención de cuatro efectivos que fueron quienes lo retuvieron en la ruta mientras el joven caminaba hacia Bahía Blanca.
En tanto, en septiembre pasado un peritaje realizado por expertos en rastros de la Gendarmería Nacional Argentina (GNA) determinó que la ropa hallada en la mochila de Facundo estaba dañada «con algún elemento químico» y presentaba «cortes y puntazos».