El micro que transportaba a los integrantes del seleccionado argentino de fútbol por calles de Lima, Perú, una vez concluido el reconocimiento del campo de juego del Estadio Nacional, resultó apedreado por desconocidos.
El incidente fue reconocido por integrantes del departamento de seguridad de la delegación albiceleste, aunque los mismos se encargaron de bajarle el perfil a la agresión, admitiendo que «solamente se rompió un vidrio y, por suerte, no hubo que lamentar ningún lesionado».
Al parecer, el ómnibus que llevaba a los jugadores del equipo de Alejandro Sabella abandonaba el escenario del cotejo de mañana por eliminatorias sudamericanas por la calle José Díaz.
Y cuando se aprestaba a tomar por el Paseo de la República rumbo a The Westin Hotel (ubicado en la zona de San Isidro, de la capital peruana), el micro recibió piedrazos en el frente, arrojado por individuos no identificados.
«Todos están bien», advirtió la fuente consultada y luego pudo comprobarse que los jugadores, ya arribados al hotel en el que se alojan, no mostraron ningún signo de haber sido lastimados o heridos, durante el episodio.
Lo que sí tuvieron que sortear los futbolistas, especialmente Lionel Messi, es la agobiante presión de los fans, quienes se concentran en torno a los vallados, en las mismas puertas del establecimiento hotelero.
Al menos, un centenar de personas hacían guardia hasta últimas horas de la noche en la puerta del hotel, pugnando por un saludo, un autógrafo o un beso, cuanto menos.
Inclusive, personal que coordina la seguridad del equipo argentino manifestó una «queja formal» a las autoridades del lugar, por «no acordonar el lobby» y permitir que varios de los pasajeros del hotel «se entremezclen con los jugadores».