Uno de los alfiles en la empresa criminal dirigida por un preso conocido como Chuky Monedita aceptó haber formado parte de esta organización y acordó una pena de cuatro años de prisión por el delito de asociación ilícita.
Se trata de Abel “Barba” Bertoni, quien aceptó haber formado parte de una asociación ilícita “dedicada a la comisión de delitos contra personas, propiedades, administración y seguridad pública, en Rosario y sus alrededores, con el objetivo de ocupar y dominar barrios y excluir a otras bandas para obtener beneficios económicos producto de diversas actividades ilícitas. Para ello la banda llevaba a cabo homicidios, amenazas, robos, lesiones, encubrimientos, abuso de armas y venta ilegal de estupefacientes”.
De 35 años, con secundaria completa y de profesión maestro mayor de obra, Abel “Barba” Bertoni no tenía condenas previas. Estuvo al borde de la muerte en la noche del 14 de marzo de 2019 cuando desde un Duna rojo, un gatillero le metió dos balazos en la espalda en Superí al 2000, heridas que lo obligaron a una internación en el Hospital Eva Perón.
Bertoni está detenido desde el 11 de junio de 2021, ocasión en que una brigada de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) lo detuvo en su vivienda de Granadero Baigorria, uno de 14 allanamientos en varios puntos de la ciudad y localidades aledañas.
Días después fue imputado por integrar una organización que funcionó, según la acusación, al menos desde el 18 de octubre de 2020 hasta el día 28 de octubre de 2020, cuando fue detenido el imputado Jonathan Ribles en una moto con pedido de captura y con dos pistolas. El secuestro de su teléfono celular y su posterior pericia permitió advertir la existencia de una organización criminal cuya jefatura ejercía Alejandro “Chuky Monedita” Núñez, detenido en la Unidad N° 11 de Piñero.
“Bertoni era una persona de apoyo permanente para Ribles, ya sea para acompañarlo en los atentados con armas de fuego, conduciendo los vehículos o trasladando y ocultando las armas de fuego utilizadas en esos atentados, sin ser personalmente el encargado de disparar contra los objetivos encomendados por el líder Núñez, tarea exclusivamente destinada a Ribles y otros sicarios de la organización”, señala la acusación.
En juicio abreviado, el juez José Luis Suárez condenó a 4 años de prisión efectiva a Abel “Barba” Bertoni como integrante de una asociación ilícita agravada por la participación de un menor de edad por haber formado parte de la banda liderada por Chuky Monedita.
“Se pondera positivamente en Bertoni el arrepentimiento que supone la firma del abreviado a pocos meses de iniciada la causa, situación que revela la mejor manera de hacer viable la finalidad del instituto de eficiencia, eficacia, descongestión del sistema y ahorro de recursos”, consideró la Fiscalía en el acuerdo presentado.
Monedita
La carrera criminal de Alejandro Isaías Núñez, como se llama Chuky Monedita, tiene un primer capítulo en las calles de Tablada, precisamente en la afamada “U” (Necochea al 3900), uno de los puntos más calientes del barrio. Allí junto con sus hermanos, los Moneda o Monedita, se ganó fama de tiratiros desde temprana edad. Su hermano Marcelo David Núñez supo pertenecer a la banda del fallecido Torombolo Pérez, hasta que fue asesinado en enero de 2007 a los 17 años. En ese crimen estuvo investigado Cristian Omar “Moroco” Ferreyra, aunque el expediente no avanzó. Cinco años después, en junio de 2012, el espiral de muerte y venganzas alcanzó a Moroco en un búnker de Patricias Argentinas al 4100. Por esa ejecución fue detenido 20 días después Chuky Monedita, de entonces 16 años.
Monedita volvió a ganar la calle, pero a fines de abril de 2015 fue detenido por un homicidio cometido el 22 enero de ese año. La víctima fue Cristian “Charly” Machuca. Tiempo después fue condenado a 15 años, un monto que juntó varias condenas. El encierro no lo dejó inactivo, a juzgar por las nuevas imputaciones en su contra.
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El peritaje a fines de 2020 de un hombre de su confianza, Jonathan “Jony” Ribles detenido tras una balacera, abrió un frente de acusaciones contra el interno Chucky Monedita, que según las investigaciones compartió pabellón con otros pesados de la ciudad como Mauricio Laferrara y Hernán Ramón “Lichi” Romero y tejió alianzas.
Las comunicaciones de Ribles le significaron una imputación por asociación ilícita en abril de 2021. Lo ubicaron como jefe de una banda de al menos 14 personas, entre las que estaba Bertoni. Lo acusaron de ordenar atentados, elegir a los tiradores y facilitar las armas y la movilidad; cubrir los gastos y los pagos a los gatilleros. Una acusación que se amplió en agosto, cuando lo imputaron de haber digitado un plan criminal para acallar para siempre al mecánico Carlos Argüelles –el testigo protegido que declaró contra su ex jefe Esteban Alvarado– quien había sufrido una balacera en enero. Ese fue un ataque fallido, pero en septiembre el mecánico terminó asesinado en su taller de Garay al 3500.