El escándalo por los aportantes truchos de Cambiemos cruzó la General Paz y ahora se instaló en la Ciudad de Buenos Aires: pese a que existió una «prolijidad» mucho más fina, Horacio Rodríguez Larreta utilizó a cientos de empleados públicos porteños para blanquear generosos aportes cuyo verdadero origen se desconoce.
Según publicó El Destape a través de una investigación del periodista Juan Amorín, son sugestivas las maniobras que utilizó el gobierno de la Ciudad para asignar recursos estatales a la campaña de Elisa Carrió en la Ciudad de Buenos Aires.
El 30 de marzo de 2017, a través de la resolución N°91, el gobierno porteño decidió asignarle unidades retributivas, es decir, un complemento extra salarial que se entrega en forma excepcional, a unos 22 empleados estatales que desempeñan funciones en distintas áreas.
Los montos de las unidades retributivas a entregar oscilaron entre los $10.000 y los $120.000. Pero apenas tres meses después, según la Cámara Nacional Electoral, la mitad de los que habían recibido la generosa suma por parte del gobierno porteño, tuvieron el solidario acto de donar el dinero a la campaña de Elisa Carrió. Todos el mismo día, el mismo monto y de la misma forma: $25.000 en efectivo, sumando así $300.000.
Así, el 10 de agosto de 2017, Valeria Lauría, Ayelén Doglioli, Elida Fernández, Martina Figueroa, Lucio Ferreira, Hernán Olivari, María Eugenia Colosa, Celeste Defelippo, Lucía Katz, Laura Zecca, María Magdalena Casañas Pitte y Paula Valero, decidieron hacer la misma contribución y al mismo tiempo: todos aquellos que recibieron unidades retributivas en marzo y aportaron luego figuran en forma consecutiva en la página 14 del listado presentado ante la Justicia Electoral, en una nueva y sugestiva casualidad.