Con la participación de las y los 85 jóvenes seleccionados en la convocatoria 2024, este viernes 1º de marzo se puso en marcha en el Jardín de los Niños (parque de la Independencia) una nueva edición del trayecto de Auxiliares Pedagógicos del Tríptico de la Infancia.
Desde 2010 esta iniciativa abre sus puertas a jóvenes interesados en participar de una experiencia única que combina trabajo y formación en el ámbito de la animación lúdico-pedagógica. El trayecto, que se extiende desde el 1º de marzo hasta el 31 de diciembre, comprende 20 horas semanales de dedicación en La Granja de la Infancia, El Jardín de los Niños y La Isla de los Inventos.
Más de 1.800 jóvenes se postularon en la última convocatoria, número que da cuenta del gran interés que despierta el programa. De entre todos fueron seleccionados 85 para formar parte del equipo de auxiliares durante el presente año. Desde sus inicios, el programa acompañó a miles de jóvenes en su formación, recibiendo más de 25 mil postulaciones a lo largo de su historia.
Espacio de aprendizaje y transformación
El programa de Auxiliares Pedagógicos del Tríptico de la Infancia va más allá de la mera animación lúdica. Según se explicó, se trata de una propuesta formativa integral que busca construir “nuevos modelos educativos en los espacios públicos”.
“A través de capacitaciones periódicas los auxiliares se apropian de herramientas y recursos para potenciar su rol, profundizando en el conocimiento de los dispositivos lúdicos, las técnicas y materialidades, y las diferentes situaciones que se presentan en la práctica cotidiana”, se explicó.
Además se abordan ejes fundamentales del proyecto pedagógico del Tríptico de la Infancia, como la multiplicidad de lenguajes, la imaginación, la creatividad, la convivencia en el espacio público, las políticas y las poéticas.
El secretario de Cultura y Educación, Federico Valentini, felicitó a los jóvenes seleccionados: “Tengo una profunda admiración y respeto por quienes trabajan en el Tríptico porque son lugares donde se resguarda algo que hoy está muy cuestionado, como la cultura. Enseñan y militan su valor. La cultura iguala, transforma. Y estos espacios se sostienen por una decisión política pero también por el sentido que defienden cada uno de los trabajadores y trabajadoras. No tengo dudas de que los chicos y chicas que están hoy acá van a aprender, formarse y van a construir una mejor ciudadanía. Esta no es sólo una experiencia laboral, es una experiencia de vida”.
Para toda la comunidad
El programa de Auxiliares Pedagógicos no sólo beneficia a los jóvenes que participan en él, sino que también enriquece a los equipos pedagógicos, directivos, referentes de otras instituciones y público en general.
La diversidad de miradas y experiencias que se comparten en este espacio genera un ambiente de aprendizaje y crecimiento mutuo. Los auxiliares, a su vez, se convierten en promotores del proyecto pedagógico del Tríptico de la Infancia en diferentes ámbitos, expandiendo su impacto en la comunidad.
Por caso, Patricio, quien terminó su formación en la Isla de los Inventos, alentó a los y las presentes a vivenciar la práctica: «Si bien toda esta trayectoria está apoyada en muchísimos discursos y disciplinas que sustentan la propuesta pedagógica que hay en cada espacio, lo más importante es la práctica. Se aprende trabajando, se aprende jugando. Y es importante remarcar eso. No hay que olvidarse de la instancia de juegos, de que uno está ahí para jugar, para potenciar el juego, tanto con los niños como con los adultos y con quien sea que venga”, resaltó, y agregó que el Tríptico es un lugar para enriquecerse, para posicionarse de otra manera frente al mundo y frente a la ciudadanía porque “si de algo se trata todo este espacio es de la formación ciudadana y de la heterogeneidad que compone una sociedad”.
En primera persona
Lourdes hizo su experiencia en la Granja de la Infancia y reparó en la importancia y el desafío de trabajar sobre las resistencias que anteponen algunos adultos para ser parte del juego, invitándolos, desde el respeto, a que formen parte. Destacó, además, el equipo de trabajo y la diversidad de los grupos. “Es un trabajo que tiene todas las responsabilidades, y éste tiene un plus”, destacó y puntualizó el trayecto de “empezar a trabajar con deseos, con imaginación, con preguntas de cada peque, de cada adulto que se acerca a otros espacios”. “Y eso no lo tiene cualquier trabajo”, definió.
En su charla hacia los jóvenes, Juan Cruz comenzó con su propia experiencia: “Fue sumamente positiva. Adquirí un montón de recursos que me van a quedar para toda la vida. Y si les tengo que dar una especie de consejo, es que utilicen esos recursos que ustedes tienen, que quizás los tienen de la facultad, de la escuela, o de algunas experiencias de trabajo que tuvieron, que lo exploten al máximo, que aprovechen ese espacio para hacerlo”. Y en esa línea les recomendó especialmente que “tengan la humildad de aprender”, tanto de los coordinadores como de sus pares: “El compañero que se tiene al lado quizás se desenvuelve de una forma distinta ante un conflicto, una situación”, puso como ejemplo .”Yo vi que a largo plazo ayuda mucho a lo colectivo, y a corto plazo en individual”, detalló. Juan Cruz, que pasó todo 2023 trabajando en el Jardín de los Niños.
Con el encuentro de apertura de este viernes, el programa de Auxiliares Pedagógicos del Tríptico de la Infancia da inicio a un nuevo ciclo lleno de expectativas y desafíos. Un año más, jóvenes de la ciudad tendrán la oportunidad de formarse y crecer en un espacio único que apuesta por la educación como herramienta de transformación social.
Durante la jornada, hicieron diferentes actividades para conocerse, saber más de los espacios y comenzar a pasar por el cuerpo cada instancia de aprendizaje.
Renzo se enteró de la convocatoria a través de la web de la Municipalidad: confesó que quedar seleccionado para él fue como volver a la infancia, pero ahora con la mirada atenta de adulto. Y puso muchas expectativas en oportunidad: “Estamos hablando de instituciones públicas que llevan más de dos décadas, de mucha jerarquía y de mucho interés, ya que es un espacio muy comprometido con la sociedad, donde también yo me veo comprometido”, expresó.
Magda, por su parte, estudia Psicopedagogía y se anotó en la convocatoria por sugerencia de sus amigos: “Tengo muchas expectativas, en principio por mi formación, que está íntimamente relacionada, pero también por la heterogeneidad de públicos que asisten al Tríptico”, explicó mientras llenaba una hoja que estaba llena de consignas que alentaban a salir de la comodidad y empezar a encontrarse con otro, con otros, y empezar a jugar responsablemente.