El 13 de mayo pasado, un grupo de ladrones redujo al amanecer a una suboficial, copó la subcomisaría 13ª de General Lagos, tomó armas y se dirigió a la sucursal del banco Credicoop, ubicada a cinco cuadras de la seccional. Allí, los asaltantes redujeron al custodio pero no pudieron acceder al tesoro y se fueron con los 130 mil pesos de la caja en un patrullero. Ese hecho fue el puntapié inicial de una pesquisa que llevó casi seis meses y ayer golpeó al corazón de la banda, a la que le atribuyen conformar una asociación ilícita para cometer delitos contra la propiedad y una sofisticada red de comercio de estupefacientes. Pero la particularidad de sus integrantes es que en su mayoría son policías, algunos de alto rango. Ayer, seis uniformados y cuatro civiles fueron detenidos en un megaoperativo que contó con 16 allanamientos simultáneos realizados por 200 efectivos en Villa Gobernador Gálvez, General Lagos, Pueblo Esther y Rosario.
Tres de los lugares allanados fueron dependencias policiales de Villa Gobernador Gálvez: el Comando Radioeléctrico, la Inspección 5ª Zona y la subcomisaría 26a, donde fue hallada una nena de 13 años en una situación de total irregularidad. Por ese hecho quedó detenido un efectivo que brindaba servicios en esa comisaría a quien se le pidieron exámenes toxicológicos ya que tuvo una reacción alterada.
Los otros cinco policías detenidos serán imputados en las próximas horas y se pedirá una prórroga para solicitar la prisión preventiva, dada la complejidad de la investigación.
El de mayor rango es el comisario que hasta hace pocas horas estaba a cargo de la sub 26a, identificado como Maximiliano Maldonado, quien fue detenido con su mujer, también empleada policial de esa dependencia, en su domicilio de Pueblo Esther, dijeron voceros del caso. En la misma ciudad fue apresado su secretario, a quien también le allanaron su casa particular.
Otras dos viviendas de policías fueron allanadas en Rosario. Una en Callao al 3600, donde fue detenido un efectivo que se encontraba en disponibilidad desde mayo, por haberse retirado –junto con otro– antes de terminar su turno de la subcomisaría 13ª de General Lagos, momentos antes del copamiento de la banda que asaltó el banco. En la otra casa, también en zona sur, ubicada a pocos metros del Casino, fue detenido un suboficial que había sido investigado por Asuntos Internos.
La causa está a cargo de la fiscal de la Unidad de Investigación y Juicio, Viviana O’Connell, que trabajó desde el inicio con el área de Inteligencia Criminal de la Policía de Investigaciones (PDI), quienes dijeron haber trabajado seis meses sin descanso y expresaron la colaboración de colegas de otras áreas, como también del Ministerio Público de Acusación Nacional, que intervino en la parte de tráfico de estupefacientes –fue incautada droga, aunque no trascendió cuánta– bajo la órbita del fiscal federal Mario Gambacorta.
“Nos llamó la atención el copamiento en General Lagos; fue muy sospechoso con la facilidad que un grupo de asaltantes copó una comisaría. Ese fue el disparador de esta investigación. Fueron sábados y domingos enteros, muchas horas de escuchas, de vincular teléfonos con personas, personas con domicilios, vehículos con sospechosos. Es muy elogiable el trabajo del Ministerio Público”, dijo ayer Víctor Moloeznik, subsecretario de la PDI, quien resaltó que aún no fue detenida toda la banda.
A su turno, la fiscal O’Connell destacó la legalidad del procedimiento, que contó con el acompañamiento de otros tres fiscales y el trabajo previo llevado adelante por un numeroso equipo, del que destacó a Daniel Corbellini, jefe de Inteligencia de la PDI.
“Fueron entrecruzamientos de datos, escuchas, seguimientos, testimoniales y sobre todo relacionar las causas”, dijo la fiscal y añadió que se abstuvo de brindar la identidad de los detenidos, entre los cuales hay cuatro civiles, y dijo que los detalles se darán a conocer en la audiencia imputativa.
“La institución policial no puede seguir así. Hay mucho que enderezar”, dijo un alto funcionario de la fuerza para luego revelar: “Los uniformados estaban muy implicados con la venta de droga, regenteaban búnkers, vendían, mejicaneaban y hasta asociaban delincuentes, con una impunidad increíble. Pero también es verdad que muchos de los denunciantes en esta causa fueron policías. Y hay que destacar el brillante desempeño de Asuntos Internos”.
Además de las armas reglamentarias, fueron secuestradas dos pistolas nueve milímetros, una carabina, dos escopetas, un revólver y alrededor de un centenar de municiones. También fueron incautados vehículos y material de interés para la investigación como celulares y computadoras que se enviaron a peritar. Además, los pesquisas hallaron indumentaria que tiene los mismas características que la utilizada para la actividad delictiva, en particular la utilizada en el robo al banco Credicoop de mayo pasado. A esta banda también se la investiga por el asalto a otra entidad bancaria de la zona sur de Rosario, en Ayacucho y Arijón.
Una niña en la seccional
En el allanamiento realizado ayer por Gendarmería en la sub 26ª villagalvense, la fiscal Karina Bartocci se encontró con una situación más que irregular. Una nena de 13 años estaba allí –no aclararon si detenida o en calidad de qué–, sin que el personal hubiese dado a viso a la Justicia. Se dio intervención a la Dirección de Niñez y quedó preso un efectivo que según trascendidos estaba borracho.