El Concejo Municipal aprobó anteayer un proyecto que regula el uso de bicicletas eléctricas a través de la incorporación de un motor auxiliar que asistirá al ciclista. Se activa cuando la persona comienza a pedalear, lo que genera que la bici se desplace aplicando menos fuerza, y deja de funcionar una vez que se interrumpe el pedaleo o se alcanza una determinada velocidad. No se trata de un motor a combustión ni depende exclusivamente del motor eléctrico sino que sigue siendo el usuario, con su acción, el que impulsa el rodado. La velocidad máxima para circular con estos motores es de 25 kilómetros por hora. El uso fue reglamentado en septiembre en la ciudad de Buenos Aires.
Para aprobarla, los concejales modificaron los incisos 9 y 21 del Artículo 4, de la Ordenanza 6543 del Código de Transito. Lo hicieron porque las reglamentaciones equiparaban el uso de las bicicletas eléctricas al de las motos: requerían el carnet de conductor y se prohibía el uso de las ciclovías, entre otras particularidades.
El proyecto aprobado permite que las bicicletas con pedaleo asistido con un motor eléctrico auxiliar sean consideradas bicicletas y no vehículos ciclomotores. Los rodados deberán contar con una potencia nominal continua máxima de 500 watts, sin capacidad de autopropulsión. La potencia disminuye progresivamente y se interrumpe cuando la velocidad del vehículo alcanza los 25 kilómetros o cuando el usuario suspende el pedaleo.
Dos iniciativas unificadas
La ordenanza es una unificación de dos iniciativas de los concejales Enrique Estévez (Partido Socialista) y Carlos Comi (ARI) y pretende sumar más usuarios al uso de un medio de transporte sustentable. Entre los objetivos está promover hábitos saludables, generar alternativas de movilidad que reducen la congestión del tráfico y preservar el medio ambiente.
Para el concejal Comi estas modificaciones aumentarán la oferta de transporte para muchos ciudadanos que podrán utilizar bicicletas a motor para movilizarse en sus trayectos cotidianos, con la posibilidad de aprovechar las bicisendas, lo cual contribuirá notoriamente a la descongestión del transito en las zonas más transitadas de la ciudad.
“Además de la gran comunidad de ciclistas con los que ya cuenta Rosario, este sistema de pedaleo asistido ayuda a que más personas se animen a utilizar la bicicleta como medio de transporte. Con menos esfuerzos se podrían cubrir distancias más largas y personas con menor nivel de entrenamiento o con afecciones físicas podrían practicar una actividad beneficiosa para la salud sin sobreexigirse”, explicó Estévez.
“También esta iniciativa cuenta con el agregado de que podría generar un estímulo para la producción local, ya que estos dispositivos están en condiciones de ser diseñados y producidos en nuestra ciudad, alentando la innovación local y generando empleo genuino y calificado por industrias que ya existen en la región”, agregó el concejal socialista.